Adiós a las duchas con agua caliente: dermatólogos revelan el motivo por el cual este hábito que puede ocasionar problemas en la piel
Una experta en salud reveló los errores más comunes al ducharse. Uno de ellos es utilizar agua caliente, un hábito diario que daña el aspecto de la piel.
El cuidado de la higiene personal es fundamental en la vida diaria, pero no siempre se lleva a cabo de la manera más adecuada. En esta línea, la dermatóloga española Ana Molina destacó algunos errores comunes que muchas personas cometen al ducharse y que pueden afectar negativamente la salud de la piel.
La especialista identificó cuatro fallos principales que, aunque habituales, pueden evitarse fácilmente al ajustar ciertos hábitos cotidianos. Según Molina, hay prácticas incorrectas que no solo deterioran la apariencia de la piel, sino que también pueden ocasionar problemas como sequedad, irritación e incluso infecciones.
A continuación, los aspectos clave que debes tener en cuenta para mejorar la salud cutánea. La clave está en optimizar la rutina de ducha para evitar inconvenientes en el futuro.
¿Qué efectos tiene el agua caliente en el cuerpo?
La experta en salud Ana Molina señaló que uno de los errores más comunes al ducharse es el uso de agua caliente. Aunque resulta agradable, especialmente durante el invierno, esta práctica puede ser perjudicial para la piel.
El agua a altas temperaturas elimina la capa de grasa natural que funciona como barrera protectora, lo que puede generar sequedad, picor e incluso agravar afecciones como el eccema.
Por otro lado, el agua excesivamente fría, aunque revitalizante, no es la mejor opción para una ducha relajante. La dermatóloga aconseja optar por agua templada, ya que esta temperatura permite limpiarla sin afectar su hidratación ni su función protectora.
¿Cuáles son los hábitos que dañan la piel?
Un descuido frecuente en el cuidado de la piel es no prestar atención al pH de los productos de higiene. La doctora Molina explicó que la piel tiene un pH ligeramente ácido, alrededor de 5.5, y el uso de productos con un pH alcalino puede dañarla.
Aunque algunos geles de baño se promocionan como neutros, esto no garantiza que sean aptos para la piel. Los productos alcalinos pueden ser demasiado agresivos, eliminando no solo la suciedad, sino también los aceites naturales y la microbiota cutánea, un conjunto de microorganismos beneficiosos que la protegen de agentes externos.
Para evitar este problema, recomendó utilizar productos suaves que respeten el manto lipídico y estén formulados específicamente para cada tipo de piel.
Por su parte, advirtió que el uso de las esponjas de baño no es esencial para mantener una higiene correcta y, en algunos casos, puede ser contraproducente.
Según la especialista, "suelen acumular bacterias y pueden arañar la piel". La humedad retenida en estos objetos fomenta el crecimiento de microorganismos, aumentando el riesgo de infecciones cutáneas. Además, las esponjas con texturas ásperas generan irritación, especialmente en personas con piel seca o sensible.
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¿Cómo mejorar la calidad de tu piel?
Se sugiere cuidar los detalles en la rutina de ducha. Ajustar la temperatura del agua, elegir productos adecuados y evitar el uso de esponjas son cambios pequeños pero significativos que contribuyen a mantener una piel sana.
Además, la dermatóloga resaltó que, aunque ducharse es una actividad cotidiana, no siempre se realiza con atención plena. Implementar estas recomendaciones es un paso sencillo para mejorar el cuidado personal y garantizar que la piel reciba el tratamiento adecuado.