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Diciembre representa, para millones de mexicanos, el mes con mayor presión sobre las finanzas personales. Entre aguinaldos, bonos, cenas y regalos, el gasto se acelera sobre una base frágil, a ello se suma que la mitad de los hogares no cuenta con ahorro y que 6 de cada 10 personas no siguen un presupuesto durante esta temporada, de acuerdo con datos de la firma Bravo.

El resultado se presenta semanas después, mismos que se agregan a la cuesta de enero que detona el uso de tarjetas de crédito y, en muchos casos, el inicio de un ciclo de sobreendeudamiento que puede prolongarse por años.

Según estudios internos de Bravo, 61% de las personas no elabora ni respeta un presupuesto en diciembre, mientras que 70% prevé gastar más de 2,000 pesos solo en regalos. La presión social y familiar juega un papel clave.

De acuerdo con Luis Lucio, director creativo de Bravo, el aguinaldo, lejos de funcionar como un mecanismo de ahorro, suele utilizarse para financiar consumo inmediato.

“Ya cayó el aguinaldo y esta ‘lana’ pues ya la tengo gastada desde hace tres meses en El Buen Fin, compré una oferta que no me pude resistir”, dijo a medios de comunicación.

El círculo del sobreendeudamiento

La plataforma especializada refiere que siete de cada 10 personas caen en deudas por una mala administración financiera, no necesariamente por consumo de artículos de lujo, sino por la falta de registro y planeación de gastos.

El efecto no es solo contable. El sobreendeudamiento también impacta la salud mental:

  • 83% reporta estrés constante
  • 66% ansiedad
  • 53% insomnio

Bravo explica que los usuarios con deudas suelen utilizar los créditos para cubrir gastos básicos, pago de mínimos, presión financiera y contratación de nuevos préstamos para cubrir los anteriores.

A esto se suma un factor poco visible como el silencio. Muchas personas no comparten su situación financiera con su pareja o familia, por vergüenza o miedo al estigma.

El mito del “crédito salvavidas”

“El problema no es el crédito, sino su uso sin control”, dijo Lucio.

De acuerdo con el especialista, cuando la deuda representa menos del 30% del ingreso, los créditos de consolidación pueden ser una opción. Sin embargo, Lucio advierte que si en el hogar solo se pueden cubrir pagos mínimos, el mecanismo se convierte en una “trampa de intereses” que puede extenderse por décadas.

En esos casos, suspender pagos y buscar esquemas de negociación —a través de reparadoras de crédito o negociaciones directas— deja de ser una falla moral y se convierte en una estrategia de supervivencia financiera.

Qué hacer antes de que la deuda se salga de control

El especialista de Bravo propone cinco pasos básicos para recuperar el control financiero:

  • Identificar las deudas, anotando montos, tasas y plazos.
  • Asegurar el punto de equilibrio, esto es, garantizar que los gastos básicos estén cubiertos.
  • Crear un presupuesto realista, que se revise de forma periódica.
  • Evaluar y priorizar deudas según urgencia e impacto emocional.
  • Buscar ayuda profesional si la carga ya es insostenible.
  • Un punto clave es desmontar el estigma: pedir ayuda no es un fracaso, sino una estrategia.