Descubrimiento religioso | A 1991 años de la muerte de Jesús, el secreto que guarda la crucificción
El día que Jesús murió en la cruz a sus 33 años marcó una fecha clave en la historia del cristianismo. Ese día estuvo lleno de misterios que aún siguen generando asombro.
Según la mayoría de los historiadores y teólogos, Jesús murió en la cruz el 3 de abril del año 33 d.C. La crucifixión comenzó alrededor de las 9 de la mañana (tercera hora según el tiempo judío) y Jesús murió aproximadamente a las 3 de la tarde (novena hora).
Ese día hubo diferentes acontecimientos de los cuales aún se hablan y lo que es más fascinante, aún conservan muchos misterios por resolver y que dan pie a descubrimientos asombrosos que se desprenden de los detalles.
Por ejemplo, los evangelios describen que hubo oscuridad sobre toda la tierra desde el mediodía hasta las 3 de la tarde. El clima específico no se detalla más allá de esta oscuridad inusual. Mateo 27:51-54 también menciona un terremoto y la rasgadura del velo del templo en el momento de su muerte.
El día que Jesús murió y el secreto detrás del vinagre
La historia muestra que Jesús, en plena agonía en la cruz, pronunció 7 palabras con diferentes metamensajes y públicos objetivo, como la primera, que iba dirigida a su padre, Dios, al decir: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
La tercera palabra que Jesús pronunció en la cruz fue: "Tengo sed", dirigidas al público que estaba allí presente eset 3 de abril del año 33 d.C.
La historia del cristianismo enseña que uno de los soldados romanos mojó una esponja sucia, la sumergió en vinagre y le dio de beber al hijo de Dios. Pero, ¿era realmente vinagre lo que le dieron a Jesús?; es decir, le dieron lo que hoy, año 2024, se conoce como vinagre.
La respuesta es sorprendente. Resulta que no fue vinagre lo que le dieron de bebeber a Jesús en la cruz mientras moría, sino vino.
¿Cuál fue la bebida que le dieron a Jesús el día que murió?
Cuando Jesús murió en la cruz, el soldado romano no le dio vinagre como tal, contrario a eso, lo que le dieron fue una bebida llamada posca.
La posca se hacía mezclando agua y vino picado o avinagrado, comúnmente consumida por soldados romanos debido a su bajo costo y seguridad al beberla.
La posca era más segura que el agua sola y tenía propiedades antisépticas. Hoy en día, su equivalente podría ser una bebida de baja calidad hecha con vino agrio o de baja calidad.
Durante la crucifixión, los soldados romanos le ofrecieron esta bebida a Jesús, como se menciona en los relatos de la pasión, pese a que no era vino, sigue siendo una bebida que, en vez de calmar la sed, termina siendo una tortura para quien tiene ganas de beber algo fresco en medio de su lecho de muerte.