¿Ya comenzó la Tercera Guerra Mundial? Hay 3 países que ya dieron las primeras señales y ninguno es Estados Unidos
En el marco del contexto global, se predice la llegada de la Tercera Guerra Mundial. Varios países estarían enfrentados en el próximo conflicto bélico.
Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el escenario internacional se volvió más incierto e inestable. El mundo atraviesa una etapa marcada por tensiones crecientes, guerras abiertas y conflictos latentes, lo que podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial.
En detalle, varios expertos en política advierten que podrían desencadenarse un conflicto global, dados los enfrentamientos que se observan en varios países del mundo. Las profecías acompañan este escenario, tales como las de Baba Vanga y Nostradamus.
Checa los detalles de la próxima "guerra mundial" y conoce los países que podrían estar involucrados.
¿Es posible la Tercera Guerra Mundial?
Ucrania sigue siendo el núcleo de la crisis global, con una guerra que no solo persiste, sino que se intensifica. A tres años de su inicio, los ataques rusos continúan afectando a la población civil, mientras las vías diplomáticas permanecen bloqueadas y no se vislumbra una solución próxima. La prolongación del conflicto acarrea riesgos mayores, entre ellos, la posible implicación de países vecinos que podría desembocar en una confrontación internacional.
Rusia ya intervino en Moldavia y Georgia, consolidando territorios como Abjasia y Osetia del Sur. La anexión de Crimea en 2014, tolerada por la comunidad internacional, abrió la puerta a una política de expansión que hoy amenaza con rebasar fronteras. Si Occidente no responde con firmeza, el avance ruso podría continuar sin contención.
En Medio Oriente, la tensión gira en torno a Irán. Su programa nuclear mantiene en alerta tanto a Israel como a Estados Unidos. Aunque Washington intenta restablecer un acuerdo que Trump deshizo durante su mandato, el temor de que Irán alcance capacidad nuclear genera inquietud.
Israel, en una situación crítica por su seguridad interna y los frentes de conflicto abiertos, enfrenta un dilema: actuar militarmente o ceder ante una estrategia de contención propuesta por su principal aliado.
Por su parte, Asia también vive momentos delicados. China mantiene una presión constante sobre Taiwán mediante ejercicios militares, bloqueos marítimos y sobrevuelos provocadores. La posibilidad de una invasión sigue latente, y el equilibrio en la región pende de un hilo.
A este escenario se suma la volatilidad de zonas como Siria, Yemen, Líbano e Irak, donde se disputa la hegemonía entre Irán y Arabia Saudita. Turquía, además, interviene con fuerza para evitar el fortalecimiento del pueblo kurdo, que ya cuenta con presencia territorial relevante en Siria e Irak. En este contexto, la influencia de Rusia en la región disminuyó, sobre todo después de su fracaso estratégico en Siria y la carga que representa la guerra en Ucrania.
El tablero internacional está más frágil que nunca. Cada foco de tensión representa una amenaza potencial que podría escalar sin previo aviso. El escenario está cargado de incertidumbre, y cualquier movimiento en falso podría desencadenar consecuencias difíciles de contener.