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La industria textil genera más de cien millones de toneladas de desechos anuales, el doble que hace dos décadas. Montañas de ropa descartada se acumulan en vertederos alrededor del mundo, creando un problema de proporciones alarmantes.

Pero la ciencia acaba de dar un giro inesperado: investigadores de la Universidad Técnica de Viena desarrollaron un disolvente que separa y recicla tejidos mixtos en solo cinco minutos, sin dañar las fibras ni contaminar el ambiente.

Esta sustancia, elaborada con mentol y ácido benzoico, promete transformar radicalmente la manera en que procesamos los desperdicios textiles y ofrece una solución concreta a una crisis que parecía no tener salida.

Un nuevo disolvente desarrollado en Viena promete revolucionar el reciclaje de ropa en solo cinco minutos. Fuente: Shutterstock.
Un nuevo disolvente desarrollado en Viena promete revolucionar el reciclaje de ropa en solo cinco minutos. Fuente: Shutterstock.

La fórmula milagrosa que la industria buscaba desde hace décadas

Durante años, el reciclaje de textiles mixtos como las mezclas de poliéster y algodón fue el talón de Aquiles de la economía circular. Los métodos tradicionales destruían las fibras o generaban materiales de baja calidad.

Andreas Bartl y su equipo del Instituto de Tecnología Química encontraron la respuesta en un disolvente eutéctico profundo, una combinación de mentol y ácido benzoico que al calentarse a 216°C se convierte en un potente separador molecular.

Lo extraordinario es que esta sustancia no es tóxica y logra tasas de recuperación del 100% para el algodón y del 97% para el poliéster, manteniendo intactas las propiedades de ambos materiales.

Cinco minutos bastan para separar fibras y combatir uno de los mayores problemas ambientales de la moda. Fuente: Shutterstock.
Cinco minutos bastan para separar fibras y combatir uno de los mayores problemas ambientales de la moda. Fuente: Shutterstock.Fuente: ShutterstockShutterstock

Cinco minutos para salvar toneladas: así funciona el proceso

El procedimiento es sorprendentemente simple y eficaz. Al sumergir los tejidos mixtos en el disolvente caliente, el poliéster se disuelve completamente mientras el algodón permanece intacto, separándose de forma natural. A diferencia del reciclaje convencional que rompe las cadenas moleculares del poliéster en fragmentos más pequeños, este método preserva los polímeros completos, conservando la calidad original del material. Las fibras de algodón salen del proceso sin alteraciones químicas, listas para ser reutilizadas en nuevos productos textiles, telas no tejidas o aplicaciones técnicas avanzadas.

Aunque el proceso todavía está en fase de laboratorio y requiere ajustes en la temperatura de operación, su potencial para escalar a nivel industrial es evidente.

Esta tecnología permitiría a las empresas textiles procesar grandes volúmenes de desechos sin consumir cantidades masivas de energía ni generar materiales degradados.