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Elegir huevos en el supermercado puede parecer sencillo, pero muchos consumidores dudan entre huevos blancos o marrones. ¿Existen diferencias reales en sabor, nutrición o calidad? A continuación, te contamos todo lo que debés saber para tomar la mejor decisión y aprovechar este alimento tan común en la dieta diaria.
Huevos blancos y marrones: ¿son diferentes?
El color del huevo depende únicamente de la raza de la gallina: las gallinas de plumaje blanco suelen poner huevos blancos, mientras que las de plumaje rojizo o marrón ponen huevos marrones. Este detalle genético no afecta el contenido nutricional ni el sabor del huevo.
Muchos consumidores creen que los huevos marrones son más naturales o de mejor calidad, pero los estudios confirman que no hay diferencias significativas en vitaminas, minerales, textura o sabor entre ambos tipos.
Las percepciones de sabor suelen estar influenciadas por la alimentación de la gallina o su método de crianza, no por el color del cascarón.
Por qué los huevos marrones suelen ser más caros que los blancos
En muchos países, los huevos marrones tienen un precio más alto en el supermercado. Esto se debe a varias razones:
Las gallinas que producen huevos marrones suelen ser más grandes y consumir más alimento.
Tardan más tiempo en poner cada huevo, lo que incrementa los costos de producción.
La cáscara marrón es más propensa a presentar manchas o irregularidades, haciendo que sea más difícil lograr huevos uniformes para la venta.
Por estas razones, el precio de los huevos marrones puede ser mayor, aunque nutricionalmente sean equivalentes a los blancos.
Huevos frescos y de calidad: cómo elegir los mejores en el supermercado
Más allá del color, hay factores clave que determinan la calidad de un huevo:
Fecha de vencimiento: siempre es recomendable revisar la fecha de caducidad para garantizar frescura.
Tipo de crianza: los huevos de gallinas de pastoreo o criadas en libertad suelen ofrecer mayor bienestar animal y, según algunos estudios, una calidad superior en términos de sabor y textura.
Conservación: mantener los huevos refrigerados ayuda a preservar sus nutrientes y evita la proliferación de bacterias.
Elegir huevos frescos y de buena crianza garantiza un alimento seguro y nutritivo, independientemente del color de la cáscara.
