¿Haces favores todo el tiempo? La explicación de la psicología de este comportamiento
La psicología explica qué se esconde detrás de las personalidades altruistas que hacen favores todo el tiempo y advierte sobre los dilemas éticos que pueden esconderse detrás de ellos.
Hay personas que hacen favores todo el tiempo. Se ofrecen cada vez que alguien necesita ayuda. Esta conducta no es privativa de los humanos ya que entre los animales también existe el altruismo. Sin embargo, entre los humanos la psicología advierte que pueden esconderse algunos costados menos amables.
Y no se trata de pensar en que quien hace favores todo el tiempo en verdad espere algo a cambio. Los matices son más imbricados llegando incluso a plantear dilemas éticos.
Qué sientes al hacer favores según la psicología
En el reino animal también existe la ayuda sin esperar recompensa a cambio. Este tipo de actitudes es común entre primates y aves a los que es posible ver, por ejemplo, acicalándose mutuamente. Son momentos en los que el individuo que ayuda "descuida" su entorno y por lo tanto, realiza una suerte de sacrificio momentáneo: hace un favor.
Desde la perspectiva psicológica, cuando los humanos hacen favores no siempre implican reciprocidad directa. Así lo indica en un artículo publicado por Psychology Today, la profesora de ética empresarial Tara Ceranic Salinas. Sin embargo, aunque no se espere nada a cambio, quien realiza el favor obtiene un beneficio emocional.
Ceranic Salinas sostiene que este beneficio es conocido como el "efecto halo" y tiene que ver con el refuerzo de la percepción positiva de quien realiza el favor y que hace que las personas que hacen favores sean vistas como moralmente buenas en todo aspecto.
En paralelo, la persona que realiza ese acto de ayuda o cooperación sin esperar necesariamente algo a cambio desarrolla una sensación de bienestar. Ceranic Salinas explica que este sentimiento positivo dio origen al concepto de altruismo eficaz que plantea una perspectiva diferente sobre cómo se debe ayudar.
Básicamente, el concepto sostiene la búsqueda de la mejor forma de ayudar asegurándose el efecto deseado.
El peligro de ayudar desde la perspectiva ética y psicológica
Sí, aunque resulte extraño ayudar también tiene consecuencias indeseadas. En principio, y teniendo en cuenta el concepto de altruismo eficaz, surgen dilemas éticos. Y es que, en algunas ocasiones los actos altruistas son el justificativo de otros que no lo son tanto. Es el caso de quienes consideran que las acciones se compensan.
Entonces, la ayuda brindada de forma desinteresada sirve de excusa o compensación para explicar otras acciones moralmente cuestionables.
La otra consecuencia inesperada de los gestos altruistas son los efectos a largo plazo. Aquí el eje no está puesto en quien ayuda o hace favores, sino por el contrario en los oportunistas, es decir, en aquellos que forman parte del entorno de quien ayuda y se aprovechan de ese perfil.
"Son perfiles con la capacidad de adaptarse a las circunstancias para obtener beneficios personales incluso si esto implica perjudicar a otros", explica por su parte el psicólogo Arturo Torres. Si bien sus características varían en cada caso, con el correr del tiempo este tipo de personas establece un patrón de comportamiento que rompe el camuflaje impuesto a sus intenciones.
Es precisamente este tipo de personalidad la que puede aprovecharse del verdadero altruista imitando sus acciones pero en definitiva, fagocitándolo.