

La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China entra en su segunda fase, en la que el gigante asiático plantea una estrategia inicial que siembra la preocupación para el Gobierno de Donald Trump.
Esta nueva jugada busca sentar a las dos potenciasen la mesa de negociaciones lo antes posible, implementando diferentes estímulos para evitar una caída significativa en el crecimiento del PIB chino y sus mercados.
Guerra arancelaria: China plantea una nueva jugada ante Estados Unidos

Ante el creciente conflicto con Estados Unidos respecto a los aranceles en las importaciones, China decidió poner en práctica un enfoque de tres pasos, en lugar de apresurarse a llegar a acuerdos.
Esto surge como respuesta de la potencia asiática ante la imposibilidad de proteger sus intereses fundamentales, a la par de adoptar medidas que contenten al gobierno de Trump.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística de China, en 2024 las exportaciones orientales hacia el gigante norteamericano alcanzaron un valor cercano a los 525,000 millones de dólares.
Sin embargo, dado el impacto que genera el aumento dearanceles en el país, la mayoría de las industrias exportadoras ahora presentan una capacidad limitada o moderada para lograr estos números, ya que deben lidiar con los nuevos precios.
Los tres pasos del nuevo plan estratégico del gobierno de Xi Jinping

Represalia: China ha impuesto aranceles de hasta el 125% a productos estadounidenses, y ha restringido la exportación de minerales estratégicos. Estas medidas buscan presionar al gobierno de Donald Trump para retomar las negociaciones y proteger sus intereses fundamentales, sin hacer concesiones unilaterales.
Estímulo interno: El gobierno asiático implementará nuevas políticas con el fin de fortalecer su economía interna, poniendo el foco principal en apoyar a pequeñas y medianas empresas afectadas por los aranceles, y en la diversificación de mercados para reducir la dependencia del comercio con Estados Unidos.
Negociación: Aunque mantiene una postura firme, el gigante oriental ha mostrado disposición para negociar, con el objetivo de disminuir el impacto en su economía, y a la vez, facilitar un ambiente propicio para llegar a un acuerdo entre ambas partes.















