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Investigadores encontraron inscripciones ocultas y grafitis realizados por peregrinos medievales en las paredes del Cenáculo, el sitio tradicionalmente asociado con la Última Cena de Jesús en Jerusalén.

Utilizando técnicas avanzadas de imagen digital, los científicos demostraron mensajes que permanecieron invisibles durante siglos, arrojando nueva luz sobre este lugar sagrado y las personas que lo visitaron a lo largo de la historia.

Un viaje a través del tiempo en las paredes del Cenáculo

Los hallazgos, publicados en la revista Studium Biblicum Franciscanum, demuestran una variedad de inscripciones que datan de diferentes épocas.

El equipo de arqueólogos, cuyo estudio fue co-dirigido por Ilya Berkovich, empleó fotografía digital avanzada para descubrir "inscripciones ocultas, escudos de armas y bocetos grabados en la piedra centenaria del Cenáculo".

Entre los descubrimientos más notables se encuentra la firma de Johannes Poloner de Ratisbona, quien visitó el sitio entre 1421 y 1422, y dejó constancia de su peregrinaje tanto en las paredes como en su obra escrita Descripción de Tierra Santa, donde describió el Cenáculo como el lugar donde "Cristo cenó con sus discípulos dándoles su propio cuerpo y sangre".

También se encontraron escudos de armas pertenecientes a Tristram von Teuffenbach, un noble de Estiria que formó parte de una peregrinación a Jerusalén en 1436, liderada por el archiduque Federico de Habsburgo, quien posteriormente se convertiría en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

La diversidad internacional de peregrinos medievales

Una de las inscripciones más antiguas encontradas reza "Navidad 1300", escrita en un estilo típico de la nobleza armenia. Este hallazgo respalda la creencia de que el rey armenio Het'um II y sus fuerzas entraron en Jerusalén tras luchar junto al Reino de Georgia y el Ilkanato mongol contra los mamelucos en Siria el 22 de diciembre de 1299 en la Batalla de Wad al-Khaznadar.

Como señala el coautor del estudio, Ilya Berkovich, "estos grafitis arrojan nueva luz sobre la diversidad geográfica y el movimiento internacional de peregrinación a Jerusalén en la Edad Media, mucho más allá de la perspectiva de investigación dominada por Occidente".

Aunque estos descubrimientos no prueban definitivamente que este sitio fuera la ubicación exacta de la Última Cena, amplían significativamente nuestra comprensión de los lugares santificados por siglos de tradición y devoción.

La historia compleja del Cenáculo

El sitio de la Última Cena probablemente albergó originalmente una sinagoga. Sin embargo, después de lo que Heritage Daily describe como "ciclos de destrucción y reconstrucción", se construyó una estructura conocida como el Cenáculo, que permanece en pie hasta nuestros días.

A lo largo de los siglos, el Cenáculo atrajo a peregrinos religiosos de todos los estratos sociales, desde fieles empobrecidos hasta reyes y conquistadores.

La historia continua de destrucción y reconstrucción del área hace prácticamente imposible confirmar su conexión directa con los eventos descritos en los Evangelios, pero estos nuevos hallazgos proporcionan evidencia tangible de su importancia histórica y religiosa a lo largo de los siglos.