

México requiere de MXN $104.1 mil millones cada año para el desarrollo de la infraestructura eléctrica necesaria para sostener la demanda para los próximos cinco años, dice uno de los think tanks más relevantes, que enfatiza que el presupuesto oficial apenas estaría cubriendo menos de 60% de esa necesidad.
Para 2026, la Comisión Federal de Electricidad tiene un presupuesto de MXN $61.1 mil millones, por lo que existe una brecha de aproximadamente MXN $43 mil millones, que deben ser compensados a través de esquemas de inversiones mixtas, considera el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
“Frente al escenario de crecimiento constante en la demanda y un menor gasto público para inversión física, los mecanismos de inversión mixta y la participación privada toman relevancia para garantizar el abastecimiento eléctrico de los próximos años”, señala el IMCO.
En octubre, la Secretaría de Energía (Sener) publicó la primera edición del Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico (Pladese) 2025-2039, que establece la ruta de crecimiento del Sistema Eléctrico Nacional para los próximos 15 años.
Sin embargo, el documento plantea retos entre los que destaca un crecimiento más acelerado de la demanda que de la posibilidad de generar abasto eléctrico, pues la demanda crecerá al mismo ritmo que el Producto Interno Bruto.
“Este crecimiento deriva de la recuperación económica post pandemia, la electrificación de actividades productivas, nearshoring y el efecto de fenómenos climatológicos que elevan los picos de consumo”, señala el documento.
En los próximos 15 años, la demanda aumentará 2.5% en promedio en un escenario conservador.
En este sentido, la capacidad instalada -dice el IMCO- debe crecer a un mayor ritmo.
Al cierre de 2024, la capacidad de generación instalada del SEN alcanzó 90,543 megawatts (MW), un aumento de 1.7% respecto a 2023 (89,007 MW), y en el mismo periodo la demanda creció 2.3%, lo que podría generar presiones sobre la suficiencia del sistema eléctrico en el mediano y largo plazo.
El 63.1% de la capacidad instalada corresponde a centrales eléctricas convencionales, mientras que 36.9% a centrales con tecnologías limpias. Desde 2010 la capacidad instalada total se incrementó 64.3%; las tecnologías limpias pasaron de representar 26.1% a 36.9%.
Rezago en renovables
En este mismo sentido, el IMCO advierte que la transición a energías limpias tiene un rezago frente a las metas del Plan Nacional de Desarrollo.
Aunque al cierre de 2024 las centrales limpias representaron 36.9% de la capacidad instalada del SEN, su aportación efectiva a la generación eléctrica en octubre de 2025 fue de solo 26.0%. En contraste, las tecnologías convencionales, con el 63.1% de la capacidad, generaron 74.0% de la energía. Como consecuencia, el país se mantiene por debajo de la meta de 45% de generación limpia establecida para 2030 en el Plan Nacional de Desarrollo.
Para alcanzar al menos 38% de generación limpia proyectada por el Pladese, sería necesario incrementar su participación en 14 puntos porcentuales durante los próximos cinco años.















