

La próxima semana, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) planea comenzar a investigar los ensayos clínicos de la Sputnik V, con el objetivo de comprobar que haya cumplido con criterios éticos y científicos, adelantó el Financial Times.
El ente regulador investigará si la vacuna rusa cumplió con los estándares de Buenas Prácticas Clínicas (BPC), según le dijo al FT una fuente cercana al proceso de revisión que la EMA inició a comienzos de marzo.
La agencia estaría preocupada por el factor ético de los ensayos: una fuente importante de voluntarios, sobre todo para los ensayos de Fase 1, provino de militares y empleados públicos y se sospecha que algunos podrían haber sido presionados para participar. Por esa época, Rusia buscaba convertirse primer país en desarrollar una vacuna contra el coronavirus.
Kirill Dmitriev, director ejecutivo del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), el fondo soberano del país que financió la vacuna, negó que se haya utilizado cualquier tipo de coerción. "No hubo presión [sobre los participantes] y la Sputnik V cumplió con todas las prácticas clínicas", le dijo al FT.
"No tenemos conocimiento de ninguna preocupación de la EMA en relación a BPC y las filtraciones de tales preocupaciones son un ejemplo específico de personas que tratan de socavar el proceso de aprobación de la EMA, que se supone que es imparcial y sin discriminación", agregó Dmitriev.
La Sputnik V tiene divida a la Unión Europea (UE): el Comisionado de Comercio Interior, Thierry Bretton, que lidera el programa de vacunación, dijo que el bloque no la necesita, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, acusó a Rusia de usarla con fines propagandísticos. Del otro lado, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, conversaron días atrás conVladimir Putin la producción conjunta de la vacuna dentro de la UE.
De hecho, según Reuters, Alemania estaría dispuesta a comprar la Sputnik V si es aprobada por la EMA.













