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En un país donde el apoyo a Israel es históricamente una política de Estado, y donde el poder económico y político se entrelaza con los intereses del complejo militar-industrial, la posibilidad de que un activista propalestino y socialista democrático se convierta en alcalde de Nueva York representa una sacudida de proporciones históricas. Zohran Mamdani, de 33 años, está a punto de lograrlo.

La ciudad que se autoproclama "capital del mundo" se convirtió en el epicentro de una disputa que excede sus límites geográficos. La elección del próximo martes no solo definirá quién gobernará la metrópolis más poblada de Estados Unidos, sino que también pondrá a prueba el poder del establishment político y económico frente a una nueva izquierda urbana que creció al calor de las crisis sociales, la precarización y el desencanto con las élites tradicionales.
El temor de Trump y los multimillonarios
El presidente Donald Trump reaccionó con virulencia ante la candidatura de Mamdani. "Finalmente, ha sucedido, los demócratas han cruzado la línea. Zohran Mamdani, un lunático 100 % comunista, acaba de ganar las primarias demócratas y va camino de convertirse en alcalde", escribió en Truth Social. También lo calificó como alguien que "se ve terrible, su voz es chirriante, no es muy inteligente".
La preocupación no se limitó al oficialismo republicano. Según un análisis de Forbes, al menos 26 multimillonarios y miembros de familias acaudaladas invirtieron más de 22 millones de dólares en campañas para frenar a Mamdani, apoyando a sus rivales como Andrew Cuomo, quien se presentó como independiente tras perder las primarias demócratas. "Multimillonarios como Bill Ackman y Ronald Lauder han invertido millones de dólares en esta contienda porque dicen que representamos una amenaza existencial", declaró Mamdani en un mitin. "Estoy aquí para admitir algo: tienen razón".
Gaza, Palestina y el giro en la opinión pública
El conflicto en Gaza se convirtió en un eje central de la campaña. Mamdani calificó las acciones de Israel como "genocidio" y prometió que, de ser electo, ordenaría el arresto de Benjamin Netanyahu si visitaba Nueva York, en cumplimiento de la orden de captura emitida por la Corte Penal Internacional.
Estas declaraciones generaron acusaciones de antisemitismo por parte de sus adversarios, pero también reflejaron un cambio en la opinión pública. Según un estudio del Pew Research Center, el apoyo a Israel entre los jóvenes estadounidenses disminuyó significativamente en los últimos años, mientras que la simpatía por la causa palestina creció, incluso entre votantes republicanos menores de 30 años.

Nueva York, con una población musulmana estimada en más de 800.000 personas, se convirtió en un terreno fértil para el discurso de Mamdani, quien supo canalizar el malestar de comunidades históricamente marginadas por las políticas de seguridad y vivienda del actual alcalde Eric Adams.
Vivienda: el corazón de su propuesta
La crisis habitacional en Nueva York alcanzó niveles críticos en 2025. Según el NYU Furman Center, la tasa de vacancia cayó al 1,4%, la más baja desde 1986, y el 58% de los neoyorquinos vivió en barrios que aportaron solo el 22% del crecimiento del parque habitacional en la última década. Según el informe "10 distritos comunitarios (de los 59 que tiene la ciudad), que albergan solo 13% de la población, fueron responsables del 47% del crecimiento del stock de viviendas. En cambio, la mitad de los distritos, con 58% de la población, solo aportaron 22% del crecimiento".

Mamdani propuso congelar los alquileres de dos millones de viviendas, crear guarderías gratuitas, ofrecer transporte público sin costo y establecer supermercados municipales. "No podemos seguir permitiendo que los multimillonarios decidan quién vive y quién se va de Nueva York", afirmó en su discurso de cierre de campaña ante 13.000 personas en Queens.

Una candidatura que desafía el statu quo
Mamdani nació en Kampala, Uganda, de padres indios, y se mudó a Nueva York a los siete años. Obtuvo la ciudadanía estadounidense en 2018 y se integró al ala progresista del Partido Demócrata, junto a figuras como Alexandria Ocasio-Cortez y Bernie Sanders. Antes de dedicarse a la política, tuvo una breve carrera en el hip hop bajo el nombre de Young Cardamom.
Su candidatura movilizó a decenas de miles de voluntarios, atrajo a votantes históricamente desinteresados y logró adhesiones en barrios que antes se inclinaban por Trump. En los debates, enfrentó a Cuomo y al republicano Curtis Sliwa con propuestas concretas y un discurso que apeló a la dignidad de los trabajadores, los inmigrantes y los jóvenes.

La elección del martes definirá si Nueva York se convierte en la primera gran ciudad estadounidense gobernada por un socialista democrático y activista propalestino. En un país donde el poder político y económico se resiste a cualquier atisbo de transformación, Mamdani representa una anomalía que podría convertirse en símbolo de una nueva era.











