Mientra afuera de la Casa Blanca la policía reprimía con gas lacrimógeno y balas de goma a los manifestantes, en el Jardín de las Rosas Donald Trump anunció que acabará con los "disturbios y la anarquía que se extendió a lo largo de todo el país".

"Todos los americanos se enfermaron y se rebelaron, con razón, por la muerte de George Floyd. Para George Floyd y su familia habrá justicia, él no murió en vano", dijo el presidente de los Estados Unidos y agregó: "Pero no podemos permitir que los reclamos de justicia y los manifestantes pacíficos sean ahogados por una multitud furiosa"

Trump se definió como el "presidente de la ley y el orden" y afirmó que "en los últimos días nuestra nación se ha visto atrapada por anarquistas profesionales, turbas violentas, arsenistas, saqueadores, criminales, Antifa y otros".

En esta llínea, cuestionó a los gobernadores y alcaldes por no haber tomado las medidas necesarias para proteger a sus residentes y los instó a despliegar la Guardia Nacional "en un número suficiente para dominar las calles". Trump dijo que las ciudades y los estados deberán "establecer una presencia policial hasta que la violencia se haya disipado, y si se niegan a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, desplegaré las Fuerzas Armadas de EE.UU. y resolveré rápidamente el problema por ellos".

El mandatario también adelantó que enviaría a Washington DC, la capital del país, "miles y miles de soldados fuertemente armados, personal militar y oficiales de la ley para detener los disturbios, saqueos, vandalismo, asaltos y la destrucción de la propiedad". Además, advirtió que el toque de queda de las 7 de la tarde será "estrictamente aplicado".