

Este miércoles 10 de septiembre de 2025, Polonia detectó una incursión de 19 drones rusos en su espacio aéreo, un hecho sin precedentes que ha elevado las tensiones bélicas en Europa y avivado los temores de una potencial escalada hacia una Tercera Guerra Mundial.
La respuesta conjunta de la Fuerza Aérea de Polonia y los aviones de la OTAN fue inmediata y contundente, logrando derribar los drones infiltrados que representaban una amenaza para la seguridad nacional y regional.
Qué armas usó la OTAN para abatir los drones rusos
La maquinaria bélica desplegada para neutralizar esta amenaza combinó sistemas de defensa aérea altamente sofisticados. Entre el material utilizado se encuentran
para la detección temprana de drones y misiles, y baterías antiaéreas equipadas con misiles guiados tierra-aire de última generación para interceptar y destruir los vehículos no tripulados.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, detalló que Polonia, Países Bajos, Italia y Alemania contribuyeron a derribar los drones rusos que esta madrugada invadieron el espacio aéreo polaco con sus recursos militares.
"Varios aliados estuvieron implicados junto a Polonia. Esto incluyó cazas F-16 polacos, F-35 de los Países Bajos, AWACS italianos (radar aerotransportado), el avión cisterna multifunción de la OTAN y Patriots alemanes", declaró Rutte en la sede de la Alianza, en Bruselas.

Este despliegue refleja la importancia estratégica de Polonia dentro del flanco oriental de la OTAN, enfrentado directamente a la amenaza rusa, además de demostrar la rapidez y coordinación entre aliados que se requiere en escenarios de alta tensión.
La adquisición de aviones caza F-35: un salto tecnológico para Polonia
En los últimos años, Polonia ha reforzado significativamente su capacidad aérea mediante la compra de 32 aviones de combate furtivos F-35 fabricados por Lockheed Martin. Esta adquisición, aprobada formalmente en 2019 por el Departamento de Estado de Estados Unidos por un valor cercano a los 6.500 millones de dólares, tiene como objetivo reemplazar las envejecidas flotas de MiG-29 y Sukhoi Su-22, aeronaves heredadas de la época soviética pero modernizadas por Polonia para uso en la OTAN.
La introducción de los F-35A representa un salto cualitativo en términos tecnológicos y operativos. Estos cazas furtivos ofrecen capacidades multisensoriales, sigilo avanzado, integración en redes de combate, y un sistema de guerra electrónica de vanguardia, convirtiéndolos en piezas clave para la superioridad aérea y la defensa estratégica de Polonia. Se espera que las primeras unidades comiencen a llegar a Polonia en 2026, con entregas escalonadas hasta 2030, momento en el cual la Fuerza Aérea polaca experimentará una transformación definitiva en doctrina y capacidad de combate.

El contrato incluye también la provisión de sistemas de navegación, guerra electrónica, entrenamiento para pilotos y personal técnico, así como un programa integral de sostenimiento y mantenimiento que garantiza la operatividad constante de los cazas. Este despliegue estratégico confirma la apuesta de Polonia y sus aliados de la OTAN por mantener un balance militar sólido frente a Rusia en la región.
En definitiva, la operación de derribo, basada en tecnología de punta y cooperación aliada, junto a la inminente llegada de los cazas F-35A, refleja el compromiso de Polonia y de la alianza en garantizar la seguridad regional y disuadir cualquier ataque a su soberanía, en un contexto de máxima tensión geopolítica que mantiene vivo el temor a un conflicto mayor.












