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Desde que el papa León XIVasumió como Sumo Pontífice de la Santa Sede, adoptó medidas importantes que marcan el rumbo de sus papado. Si bien muchas han seguido la línea de su antecesor, Francisco, recientemente anunció el regreso de una tradición histórica para todo el Vaticano.
La tradición que retomó el papa León XIV para todo el Vaticano
Durante su papado, León XIV dio diversas muestrasde la forma en que llevará a cabo sus funciones, las cuales tienen acciones novedosas y otras que respetan las costumbres más antiguas del Vaticano. Ahora, el papa decidió poner en marcha nuevamente una práctica que Francisco había pausado.
La disposición que adoptó el papa tiene que ver con la entrega de un bono económico para el personal de la Santa Sede como muestra de gratitud por su elección para el pontificado. Dicha tradición se remonta a varios siglos atrás y que fue una constante dentro el Vaticano pero que Francisco había optado por desestimar durante su papado, entre 2013 y 2025.

El pasado 24 de mayo, León XIV participó de una ceremonia con los empleados de la Ciudad del Vaticano en la que confirmó esta tradición nuevamente implementada. El encuentro fue en el Aula Pablo VI y contó con la presencia de diferentes miembros de la Iglesia Católica.
El mensaje de León XIV sobre la antigua costumbre que retomó en el Vaticano
Durante la reunión que encabezó León XIV otorgó el "bono cónclave" de 500 euros para los 5.000 empleados que se desempeñan en la Curia Romana, el organismo que se encarga de asistir al Papa dentro de la Santa Sede.

Esta tradición fue adoptada por la gran mayoría de los papas y era destinada a los trabajadores por su desempeño laboral tras el fallecimiento de un Sumo Pontífice y las tareas que desarrollan durante el tiempo que dura el cónclave, en el que los cardenales eligen al nuevo representante de la Santa Sede.
En la audiencia, León XIV expresó: "Trabajar en la Curia Romana significa contribuir a mantener viva la memoria de la Sede Apostólica. Y, por analogía, esto también puede decirse de los servicios del Estado de la Ciudad del Vaticano", manifestó.
Además, el Padre Santo destacó la voluntad de los empleados del Vaticano: "Cada uno de ustedes aporta su contribución, realizando su trabajo diario con compromiso y también con fe, porque la fe y la oración son como la sal para la comida; le dan sabor", cerró agradecido.












