

El gobierno de Brasilavanza con su reforma tributaria, que pretende consumar en el 2020, y progresivamente trascienden más objetivos de este proyecto: ahora también quiere aumentar los impuestos a los más ricos.
Pero tampoco quiere que haya una fuga de recursos del país, o sea que está evaluando cómo concretarlo, explicó una estrecha colaboradora del ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes.

"Queremos gravar a los más ricos, pero no queremos imponer un impuesto que saque a los más ricos o al dinero de Brasil. Porque entonces no podremos cobrar impuestos", dijo la asesora especial del Ministerio de Economía y secretaria ejecutiva del grupo de reforma tributaria de esa cartera, Vanessa Canado, citada hoy por la prensa brasileña.
Canado afirmó que, por ese motivo es necesario ser cuidadoso a la hora de decidir las medidas dirigidas a la tributación de la renta y los activos. "Con el mercado financiero extremadamente globalizado, todos los ingresos y la riqueza son muy móviles. Los detalles (de las medidas) marcan la diferencia", agregó la asesora en un evento sobre la reforma tributaria realizado ayer.

Bloomberg
El patrimonio de brasileños en el exterior
Según indicó Folha de Sao Paulo, una propuesta de la funcionaria es un ajuste para la recaudación del impuesto al patrimonio de los brasileños en el exterior. La cobranza, que hacen los estados brasileños, se aplica a cualquier persona física o jurídica que reciba bienes o derechos como herencia (en virtud de la muerte del antiguo propietario) o como regalo.
Una dificultad actual al respecto es qué entidad puede hacer la cobranza por lo que Canado apunta la necesidad de regular el tema con una ley complementaria, que podría ser iniciativa tanto del Ejecutivo como del Legislativo.
"Si queremos gravar las grandes fortunas, tal vez no sea el caso de crear un impuesto sobre las grandes fortunas, sino una ley complementaria que marque la diferencia para gravar las herencias que se encuentran en el extranjero", dijo.














