El comediante Jimmy Morales, del centroderechista Frente de Convergencia Nacional (FGN), ganador de las elecciones de ayer en Guatemala con el 24,4% de los votos, deberá enfrentar en octubre en segunda vuelta a la ex primera dama Sandra Torres, de la socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que se quedó por muy poca diferencia con el segundo lugar de la compulsa, escrutada casi la totalidad de las mesas.

Torres desplazó ajustadamente al tercer lugar al empresario Manuel Baldizón, del derechista partido Lider (Libertad Democrática Renovada), que durante la campaña había sido multado por superar en campaña los gastos legalmente permitidos.

Según la información del Tribunal Supremo Electoral (TSE), contado el 97,71% de las mesas, Torres sumaba 947.606 votos, un 19,62 de los votos, y Baldizón reunía 945.286, un 19,57%.

Morales, en tanto, recogía 1.156.721 votos, un 23,95%, lo que confirmaba lo que anticipaban las encuestas, que lo daban ganador después de un vertiginoso ascenso en las últimas semanas.

En total, durante la jornada del domingo se emitieron 5.198.860 votos, de los cuales 4.723.912 son válidos. Los sufragios nulos son el 4.14% y en blanco 4,99%.

De acuerdo con el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Rudy Pineda, la afluencia de votantes a las urnas fue masiva, al punto que la destacó como récord, con el 70,38% del padrón, y la transparencia de los resultados están garantizados.

Los guatemaltecos fueron a las urnas tres días después de que el Congreso aceptara la renuncia del presidente Otto Pérez Molina, acusado de corrupción, y la Justicia lo enviara a la cárcel en forma preventiva.

Además de presidente y vice, se eligieron 158 diputados para el Congreso nacional, 20 para el Parlamento Centroamericano, y cargos para 338 corporaciones municipales, en todos los casos para el período 2016-20.

Morales, ganador en primera vuelta, dijo que de ganar la presidencia estaría dispuesto a reformar el sistema político electoral y a llamar a una Asamblea Nacional Constituyente para realizar esos cambios, dado el desprestigio del Legislativo para ser el cuerpo encargado de efectuarlos.

El conocido cómico de la televisión y economista de profesión propuso esa Constituyente al llegar al centro de cómputos del TSE, donde afirmó que considera que llegó a este triunfo debido a la coyuntura en la que las mayorías populares se muestran hartas de la corrupción que campea en los partidos tradicionales y en el gobierno.

"Algunos podrían decir que es casualidad, otros que es providencial, pero fue porque Dios nos ayudó y nos bendijo", dijo el candidato presidencial de FCN.

Morales sostuvo que "Guatemala ya despertó", y agregó que le resultaba indiferente competir contra Torres o Baldizón: "Cualquiera de los dos, creo que sería lo mismo, porque están acostumbrados a las campañas negras...son lo mismo".

Reseñó, por ejemplo, que "el partido rojo (Lider) salió del partido verde (UNE). Ambos aceptaron tránsfugas (diputados, altos dirigentes y alcaldes mudados de partidos), tienen el mismo corte para funcionar, igual modus vivendi y operandi. Cualquiera de ellos es igual de peligroso".

El candidato indicó que consultarán con las bases si harán alianzas con otras agrupaciones para la segunda vuelta. "El partido es joven y somos conscientes que si hacemos alianzas con agrupaciones sindicadas de corrupción, el partido se viene abajo", alertó.

La crisis generada por la corrupción estatal parece haber sido el detonante para que los guatemaltecos, lejos de incrementar el abstencionismo, se volcaran a las urnas con porcentajes que superan el 70 por ciento de participación y un castigo a los partidos tradicionales, sumado al triunfo inicial de Morales, un hombre lejano a esa partidocracia más allá de su concepciones conservadoras.

Por otra parte, la ajustada ventaja de Torres, ex esposa del ex presidente Alvaro Colom (2008-2012) le habría hecho pagar a Baldizón, que a comienzos de la campaña electoral era el gran favorito, su alianza con el ahora preso ex presidente Pérez Molina, a quien evitó, con su bancada mayoritaria en el Congreso, el primer intento de quitarle la inmunidad para llevarlo a juicio por corrupción, postura que luego modificó y permitió que se hiciese efectiva.

Indignados ante la corrupción

Lo cierto es que la histórica crisis que vive Guatemala se inició a mediados de abril cuando el Ministerio Público (MP Fiscalía) destapó, con el apoyo de la Comisión Internacional contra la Impunidad (Cicig), organismo de Naciones Unidas, el primer escándalo de defraudación aduanera y luego varios otros, lo que desató masivas movilizaciones que semana a semana fueron incrementando su exigencia de renuncia de la vicepresidenta Roxana Baldetti y luego del mandatario Pérez Molina.

En esta creciente ola de "indignados" en las calles tuvieron también un importante rol las redes sociales, según precisó la consultora Findasense, que mostró la convocatoria para la primera marcha del 25 de abril a través de 60.000 invitaciones de Facebook, que luego se amplió a 98.000 convocatorias para el paro general del 27 de agosto en esa red y Twitter.

Lo mismo, pero en forma creciente ocurrió con el masivo llamado #ExijoMis105 votos en el reclamo al Congreso para que le quitase la inmunidad a Pérez Molina, para lo que necesitaba ese mínimo de diputados, y logró, tras la cambio de postura del partido Líder, 132 sufragios.

En cambio, el Parlamento unicameral de 158 miembros, también golpeado por variadas acusaciones de corrupción, impidió que se votara la reforma de la Ley Electoral y de Partidos Políticos que reclamaban los campesinos, estudiantes, trabajadores, empresarios y las iglesias Católica y Evangélica, para que pudiese aplicarse en los comicios de ayer domingo.

Pese a eso, que provocaba desánimo en el proceso electoral, al que incluso se reclamaba postergar, la mayoría de los 7,5 millones de habitantes empadronados, el 46 por ciento de ellos jóvenes de entre 18 y 30 años de edad, ejerció su derecho al voto.