En una manifestación histórica, casi cuatro millones de personas se movilizaron ayer en toda Francia para repudiar el atentado a la revista satírica Charlie Hebdo y los ataques de los días posteriores, incluyendo un millón y medio que marchó por París encabezados por dirigentes de más de 50 países y familiares de las víctimas.

En la primera línea de la marcha en París, con los brazos entrelazados, avanzaron durante 300 metros el presidente anfitrión, Francois Hollande, y los jefes de gobierno de Alemania, Angela Merkel; de Israel, Benjamin Netanyahu; de Palestina, Mahmud Abbas; de España, Mariano Rajoy, el Reino Unido, David Cameron, e Italia, Matteo Renzi, También participó el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

"Hoy somos todos ciudadanos franceses", señaló el secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, presente también en la capital francesa y confirmó que el próximo 18 de febrero se realizará una cumbre antiterrorista en Washington.

El jefe del Gobierno español señaló: "Nadie está nunca a salvo de nada. Sería una inconsciencia decir que no hay riesgos. Ningún país puede luchar solo contra esto". El italiano Matteo Renzi aseguró: "Saldremos vencedores de este desafío contra el terrorismo. Lo importante es la Europa de los hermanos".

El Ministerio del Interior francés dijo que fue "imposible" medir la convocatoria de la "marcha sin precedentes" realizada en la capital, pero estimó que entre 1.300.000 y 1.500.000 personas se manifestaron en París.

Agregó que más de 3,7 millones de personas se movilizaron por todo el país, sumando la presencia en las marchas de París y las celebradas al mismo momento en cientos de ciudades de toda Francia.

Ante el temor a un nuevo atentado, la "Marcha Republicana" parisina fue vigilada por un operativo policial inédito, que incluyó a 5.500 efectivos, incluidos francotiradores apostados en todo el trayecto de la movilización.

El temor de los europeos a nuevos atentados aumentó el fin de semana luego de que un diario de Hamburgo que publicó caricaturas satíricas del semanario francés Charlie Hebdo, como muestra de solidaridad, sufriera un incendio intencional el fin de semana, despertando preocupaciones de seguridad en Alemania.

La manifestación se llevó adelante mayormente en silencio, un reflejo de la profunda conmoción que se sintió en Francia y el resto del mundo por el peor atentado islamista en una ciudad europea en nueve años.

"Hoy París es la capital del mundo. Todo nuestro país se alzará y mostrará lo mejor de sí", dijo Hollande en un comunicado.

El ataque de París también despertó temores de que impulse a movimientos contra la inmigración como Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente (PEGIDA, por sus siglas en inglés), que celebra marchas semanales en Dresden. El lunes pasado participaron unas 18.000 personas.

Algunos comentaristas dijeron que la última manifestación callejera de este tipo se produjo tras la liberación de la capital francesa de los nazis en 1944.