

Miles de personas amanecieron con una advertencia inusual: evitar salir al aire libre debido a un repunte repentino de contaminación atmosférica. La alerta, emitida por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), puso en pausa la rutina y encendió las señales de alarma en sectores sensibles de la población.
Según explicó el organismo federal, los niveles de partículas finas superaron los parámetros considerados seguros, una situación que puede afectar de forma inmediata a personas con enfermedades respiratorias, adultos mayores, niños y quienes viven en zonas vulnerables.
Qué está pasando y por qué se encendió la señal roja
El aviso surgió luego de que el sistema oficial AirNow, que monitorea en tiempo real la calidad del aire en todo Estados Unidos, detectara valores del Índice de Calidad del Aire (AQI) dentro de la franja “insalubre”, un rango que indica riesgo potencial para toda la población.
Esta vez los registros superaron los 150 puntos de AQI, impulsados por una combinación de factores climáticos, circulación de masas de aire y antecedentes de incendios forestales en la región.
Los niveles más críticos se localizaban en dos puntos específicos del noroeste estadounidense, donde las estaciones de medición registraron picos de partículas PM2.5, las más peligrosas por su capacidad de alojarse profundamente en los pulmones.
Dónde se detectaron los niveles más altos
Las zonas más afectadas corresponden a una localidad del interior de Oregón y otra en el norte de California, ambas catalogadas por el monitoreo federal como áreas con valores “muy por encima del umbral seguro”.
En estos sitios, la combinación entre estancamiento de aire frío y ausencia de vientos favoreció la acumulación de contaminantes, obligando a las autoridades estatales a recomendar que la población permanezca bajo techo y limite al máximo la exposición al exterior.
Los departamentos de salud advierten que, si el clima no cambia, el episodio podría extenderse a ciudades cercanas en las próximas horas.

Qué significa que el aire esté en nivel “insalubre”
El AQI es un sistema que clasifica la calidad del aire en una escala de 0 a 500 puntos. Cuanto más alto el número, mayor el riesgo. La EPA los divide así:
- 0 a 50: buena
- 51 a 100: moderada
- 101 a 150: insalubre para grupos sensibles
- 151 a 200: insalubre para toda la población
- más de 200: muy insalubre o peligroso
Los valores detectados en la Costa Oeste ingresaron en la franja roja, una categoría que obliga a tomar precauciones incluso para personas sanas.
Qué efectos puede tener este nivel de contaminación
De acuerdo con la EPA, la exposición a concentraciones altas de partículas puede generar:
- irritación en ojos, garganta y vías respiratorias
- tos persistente u opresión en el pecho
- cansancio inusual
- dificultad para respirar, incluso en personas sin patologías previas
En quienes padecen asma, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o cardiopatías, el riesgo es mayor: aumenta la posibilidad de episodios agudos, internaciones e incluso complicaciones graves.
Estudios citados por la agencia señalan que niveles elevados de PM2.5 están asociados a infartos no fatales, arritmias y aumento de mortalidad en pacientes con enfermedades crónicas.













