El candidato de la centroizquierda, Andrés Manuel López Obrador, se encamina a un triunfo en las elecciones presidenciales de este domingo en México. Así tendría lugar el primer volantazo a la izquierda en décadas, luego de varios gobiernos de los derechistas PRI y PAN.

Según las encuestas, el postulante del espacio Morena de 64 años, conseguiría acercarse al 50% de los sufragios y lograría una diferencia de entre 15 y 30 puntos a su principal adversario Ricardo Anaya, referente de la coalición entre el partido conservador PAN y el izquierdista PRD. El candidato del gobernante PRI, Antonio Meade, entonces quedaría en tercer lugar.

El favorito AMLO -así lo llaman por las iniciales de su nombre- prometió durante toda la campaña acabar con la arraigada corrupción y la descontrolada violencia que azota al país. Y, aunque desde hace años promete cambios profundos en la desigual economía mexicana, en los últimos meses moderó sustancialmente su discurso y comenzó a poner más énfasis en brindar apoyo a los que menos tienen más que en avanzar en cambios radicales en la política económica de mercado.

En su acto de cierre de campaña López Obrador volvió a decir que la "transformación sin derramamiento de sangre" que espera llevar a cabo si gana la presidencia "va a ser una revolución, pacífica, ordenada pero profunda y, diría, radical ... Espero que nadie se asuste porque la palabra radical viene de raíz y esta transformación va a consistir precisamente en arrancar de raíz al régimen corrupto, de injusticias y de privilegios".

Entre sus principales promesas figuran la de reducir sueldos a funcionarios, aumentar salarios, revisar contratos públicos y no hacer más "gasolinazos", refiriéndose a los bruscos aumentos de precios que tuvieron los combustibles a comienzos del 2017.

Desde la oposición lo acusan de "populista" y de pretender llevar a México por la senda de Venezuela.

Su contrincante Anaya, un abogado de 39 años, también enfocó su campaña en acabar con la corrupción, aunque acusaciones en su contra por lavado de dinero complicaron sus chances.

"Hago un llamado expreso al voto útil, hagámoslo juntos, hagámoslo todos (...) Nuestra coalición es la única que le puede ganar a López Obrador", dijo Anaya.

En tanto, Meade, ex secretario de Hacienda del actual gobierno, cayó al tercer lugar en los últimos meses en medio de escándalos de corrupción del gobernante PRI.

El también ex canciller de 49 años fue acusado por sus contendientes de desvío de recursos públicos durante su gestión en la Secretaría de Desarrollo Social entre 2015 y 2016.

"Vamos a ratificar en las urnas el único proyecto serio, con rumbo, para dar el cambio que México necesita. Por eso vamos a ganar y por eso ellos van a volver a perder", dijo Meade en el cierre de campaña.

México concluye este domingo la campaña electoral más violenta de su historia, según un informe de la consultora Etellekt. Desde septiembre, cuando arrancó la precampaña, dejó 124 políticos asesinados, entre ellos 29 precandidatos y 18 candidatos, según recuentos de la firma y medios locales.

Todas las encuestas dan a AMLO como líder, aunque varían mucho en los números. Según El Financiero la diferencia es muy amplia. El ganador llegaría a 54% y sus dos perseguidores obtendrían un empate técnico en torno al 22%.

La encuesta de Reforma vaticina un 51% para el dirigente de Morena, por encima del 27% de Anaya y del 19 de Meade.

La última encuesta de México Elige-SDPnoticias dio, en cambio, tan sólo 14 puntos de ventaja a López Obrador. Con un 40,4% ganaría igualmente frente al 25,9% de Anaya y 25,8% de Meade.

Aún así, los contendientes aún deben convencer a alrededor del 20% de indecisos, en un país donde no existe la segunda vuelta electoral y se gana por mayoría simple.