

El periodista Vladimir Villegas, quien ocupó altos cargos en el gobierno chavista de Venezuela antes de adoptar una línea opositora, anunció que no acepta la dirección de la televisora venezolana privada Globovisión, cuya venta fue cerrada ayer.
“Tuvimos diferencias y no pude aceptar en esas condiciones la dirección general porque no estaban acorde con mi función de periodista. Esta situación es insostenible”, explicó este martes Villegas a la emisora Unión Radio, en la que dirige un programa.
“Para tener diferencias con respecto a lo que van a hacer prefiero no asumirlo. El periodismo con el que sueño es libre, autónomo”, añadió Villegas, quien sin embargo aseguró que su abandono fue de “la manera más civilizada, no hubo portazos”.
En el aire desde 1994, Globovisión, canal de noticias en señal abierta que se transmite en Caracas, la ciudad cercana de Valencia (norte) y por televisión paga, se ha caracterizado por su línea crítica hacia el gobierno y por transmitir ampliamente la información de la oposición.
El canal fue vendido por sus principales propietarios, la familia Zuloaga, en abierto enfrentamiento con el oficialismo, aduciendo razones económicas y el conflicto con las autoridades.
Sus nuevos propietarios son Juan Domingo Cordero, expresidente de la Bolsa de Valores de Caracas, Raúl Gorrín y Gustavo Perdomo.
Vladimir había sido nombrado en la dirección del canal junto con Leopoldo Castillo, uno de los periodistas estelares de Globovisión.
La noticia de la renuncia de Villegas fue confirmada por el propio canal en su sitio de internet, pero no adelantó nombres de quiénes podrían compartir la dirección con Castillo.
Castillo, por su parte, ha adelantado que su compromiso es seguir en el canal durante un periodo de tres meses, aunque todo dependerá de su estado de salud, sobre el cual no dio detalles.
Intento de transición
Villegas era la excusa fundamental para lavarle la cara a una transacción comercial a la que la dividida sociedad venezolana, en pleno, entiende como una operación de limpieza de la línea editorial del canal. Experimentado periodista, hombre de izquierda, Villegas fue constituyente en las listas del chavismo, director del principal canal del Estado y funcionario de la cancillería venezolana, antes de romper lazos con el oficialismo en 2007 y pasar a engrosar las filas de la disidencia.
Al nombrar a Villegas como director, se enviaba un mensaje de que todavía se tendrían en cuenta criterios periodísticos en la gestión de la emisora. A la vez, su historial político, y el vínculo familiar con el actual ministro de Información y Comunicación, representaban un guiño de comprensión a las necesidades de difusión del gobierno. De hecho, desde que hace casi dos semanas había trascendido su nombramiento, a través de su cuenta de Twitter y en entrevistas con medios locales, Villegas se había dedicado a repetir como un mantra su apego al periodismo y a la posibilidad de dar cabida en Globovisión “a todas las voces”, en un ánimo de mediación. Y eso es lo que podría haberle jugado en contra.













