

El escepticismo generalizado sobre el supuesto complot Iraní y los atentados que tenían como objetivo sedes diplomáticas del gobierno de Arabia Saudita en Washington y Buenos Aires generó serios cuestionamientos que pusieron en duda la verosimilitud del plan anunciado por Estados Unidos.
Los dos principales diarios norteamericanos, The New York Times y The Washington Post, cuestionaron duramente el complot al incluir entre sus páginas un perfil de Mansour Arbabsiar, el encargado de perpetrar los atentados, a quien calificaron de poco "lúcido" y un "torpe oportunista" más que un asesino capaz de llevar adelante planes terroristas globales.
Según The Washington Post, un alto miembro del consejo de seguridad de la ONU afirmó que "todo el mundo estaba sorprendido con el amauterismo del los conspiradores" al ser informados por altos funcionarios estadounidenses. Y además agregó que menos de 24 horas después de revelar la interrupción de las presuntas acciones terroristas, la administración de Obama pasó gran parte del miércoles "delineando" la evidencia, no sólo a los periodistas sino también a sus aliados internacionales y los miembros del congreso.
Mansour Arbabsiar es originario de Irán, pero luego de mudarse a Estados Unidos obtuvo su nacionalidad al casarse con su primera mujer, que luego solicitó protección por sus reacciones violentas. Llevaba el sobrenombre de Scarface, en alusión a una cicatriz en su cara producto de una herida de arma blanca. El entorno de Arbabsiar se mostró sorprendido ante la noticia y consideraron poco problable que fuera parte del complot, porque afirmaron, "simplemente es demasiado incompetente para llevarlo a cabo" según comentó el New York Times.













