

La presidenta brasileña Dilma Rousseff logró la reelección y gobernará Brasil por cuatro años más. En la segunda vuelta de elecciones presidenciales más reñidas desde el regreso de la democracia obtuvo el 51,63% de los votos frente al 48,37% de Aécio Neves, candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Así el Partido de los Trabajadores (PT) será cabeza del ejecutivo por cuarto período consecutivo, es decir 16 años, desde que Luiz Inácio Lula Da Silva llegó al poder en 2002. Sin embargo, el resultado confirmó lo que indicaban los sondeos, que el comicio se definiría por un margen mínimo y que Rousseff gobernará con menor apoyo popular que en el último período.
Su contracara, el candidato perdedor, Aécio Neves, obtuvo la mejor votación en los últimos doce años y logró profundizar el bipartidismo.
La ex guerrillera y primera mujer a acceder a la primera magistratura del gigante sudamericano obtuvo el 41,59% en la primera vuelta y debió participar en un ballotage que estuvo marcado por descalificaciones personales y agresiones verbales entre ambos candidatos. Sin embargo, en su discurso de victoria, señaló enfáticamente que el primer compromiso de su nuevo mandato sería el del diálogo y llamó a la oposición a generar consensos. "Debemos encontrar puntos en común y una primera base de entendimiento", dijo, y aseguró que no creía que el ballotage "hubiera dividido al país". "Algunas veces en la historia, los resultados apretados produjeron cambios mayores y más rápidos que las victorias amplias", dijo Rousseff ante sus seguidores.
La otra promesa fuerte que debió realizar en ese acto de festejo, luego de una campaña teñida por los escándalos de desvío de fondos en la principal empresa estatal Petrobras, fue que combatirá a la corrupción sin descanso.
Dilma llamó también a realizar una reforma política, tantas veces prometida por su partido en Brasil y aseguró que llamaría a una consulta popular para lograrlo.
Sus palabras más sentidas se las dedicó a su mentor y padre político del proyecto Lula al que se refirió como el "militante número uno de las causas del pueblo". Y sin hacer menciones específicas preparó el terreno para que el ex líder sindical pueda regresar al poder en el 2018.
Aécio Neves, por su parte, felicitó a su rival triunfadora y llamó a dejar de lado las rivalidades y pidió a la presidenta que lleve adelante un "proyecto honrado" para el país, azotado por escándalos de corrupción.
"Felicité hace poco a la presidenta reelecta, le deseé éxito en la conducción de su próximo gobierno, y le resalté que considero que la mayor de las prioridades debe ser unir a Brasil en torno a un proyecto honrado que dignifique a todos los brasileños", dijo Neves.
La gran incógnita que se abre a partir de este resultado es como afrontará Rousseff su próximo período en el terreno económico. Con su ministro de economía, Guido Mantega, con un pie afuera del Gobierno, el perfil del próximo piloto de esa cartera será la clave que las empresas y los mercados esperan.
Resultados regionales
El festejo del Partido de los Trabajadores no pudo ser completo. Los resultados en las contiendas de segunda vuelta en las elecciones regionales marcaron los límites que deberá afrontar la reelecta presidenta.
La peor derrota para el Gobierno llegó desde Río Grande do Sul. Allí José Ivo Sartori, candidato a Gobernador por el PMDB, fue elegido con casi el doble de votos que su rival, Tarso Genro, una de las figuras más prominentes e históricas del PT. Aunque el partido al que petenece el ganador es aliado del Gobierno a nivel nacional, en la región fue apoyado por el socialdemócrata Aécio Neves. Sartori obtuvo el 61,23% de los votos contra un 38,77% de su rival.
En Río de Janeiro, en cambio, el gobierno pudo festejar, aunque de manera muy modesta. Luiz Fernando Pezão. El candidato del PMDB, aquí sí apoyado por la presidenta, fue reelecto con un 56,07 % de los votos. El pastor evangélico Marcelo Crivella, del centrista Partido Republicano Brasileño (PRB), recibió el 43,93% de los votos.
La sorpresa fue una victoria socialista en la ciudad capital de Brasilia. Allí el senador Rodrigo Rollemberg, del Partido Socialista Brasileño (PSB), que llevó como candidata a Marina Silva en primer turno y que luego apoyó a Neves, fue elegido gobernador con un 55,57% de los votos. Le ganó al conservador Jofran Freijat, que logró un 44,43%. Allí en la el gobernador y candidato a la reelección, Agnelo Queiroz, del PT no logró llegar al ballotage.













