

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, nombró a Roberto Campos Neto como presidente del Banco Central, con lo que se despeja la duda de si Ilan Goldfajn, el actual titular, seguiría en el cargo. Además confirmó a Mansueto Almeida al frente de la Secretaría del Tesoro.
Campos Neto ya era un colaborador de la campaña de Bolsonaro muy cercano al futuro ministro de Economía, el financista Paulo Guedes.
Además de la confirmación de la política monetaria de su antecesor, tendrá como principal tarea continuar con las negociaciones para la aprobación del proyecto de autonomía del Banco Central. Esta iniciativa fue presentada por primera vez en la historia del país en 1964, en el momento en que se creó la entidad, por su abuelo Roberto Campos cuando era ministro de Planificación del general de la dictadura Castelo Branco.
Campos Neto asistió a reuniones de la transición y también participó en la campaña, elaborando planes de gobierno. Es ejecutivo del Banco Santander y nieto de Roberto Campos, que fue ministro de Planificación durante el gobierno militar del general Castelo Branco (1964-1967).
Nació en 1969 y se especializó en finanzas en la Universidad de California, en Los Ángeles. Trabajó en el Banco Bozano Simonsen de 1996 a 1999 y del 2000 a 2003 trabajó en Santander Brasil. En 2005 volvió a Santander Brasil como operador. Actualmente es responsable de la tesorería del banco.
La permanencia de Mansueto en el Tesoro significa la continuación del trabajo de aprobación de la reforma previsional y otros cambios pensados para la política fiscal, con el principal objetivo de revertir el déficit primario.
Goldfajn, que había sido sondeado para permanecer en el cargo desistió del puesto por razones fundamentalmente familiares.














