Escándalo

A las piñas en el Congreso de Bolivia entre el oficialismo y la oposición

Un grupo de legisladores se manifestó durante una sesión y generó un clima tenso que concluyó en un enfrentamiento.

Durante una sesión del Congreso de Bolivia, el ministro del Interior presentaba un informe sobre el encarcelamiento del opositor gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, cuando un grupo de legisladores comenzó una pelea entre opositores versus oficialistas.

El ministro Eduardo del Castillo se presentó el martes en el Congreso ante los legisladores para responder preguntas sobre la detención de Camacho, el pasado diciembre.

Camacho fue detenido por un fuerte operativo policial, repudiado por la oposición.

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Un juez le impuso a Camacho cuatro meses de detención preventiva por una acusación por "terrorismo" en el caso "golpe de Estado I". El gobernador está acusado de participación activa durante el derrocamiento del expresidente Evo Morales en 2019.

Para fines de abril se amplió su detención por cuatro meses más, como resultado deberá permanecer hasta agosto en prisión.

Con este contexto, Del Castillo informó que el arresto se realizó "en el marco de la ley", ya que había una orden de detención.

Además, aclaró que no hubo "uso de armas de fuego", ni se "produjo ni un solo disparo", luego de los rumores de la oposición, de que hubo violencia.

Mientras Del Castillo defendía la detención de Camacho y calificaba de "grupos radicales, ladrones, violentos que vinieron a robar la billetera del pueblo boliviano", al partido del gobernador, se pararon de sus asientos los legisladores y el clima comenzó a arder.

En medio de la creciente tensión, un grupo de parlamentarios alzó carteles que decían "con presos políticos no hay democracia" y "ministro del terror" con una foto de Del Castillo, algo provocador para el oficialismo.

Como resultado, los legisladores fieles a Del Castillo se abalanzaron contra las opositoras y entre empujones comenzó una batalla entre los funcionarios, con cachetadas, patadas, piñas y tirones de pelo.

La sesión quedó suspendida y hubo intervención policial. Aunque el incidente no quedará en segundo plano porque muestra la polarización que existe en Bolivia actualmente.

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