Coronavirus: por qué la OMS insiste en desaconsejar el uso del barbijo

El uso de estos equipos, así como el de respiradores y otras herramientas de protección, deberá ser, según la Organización Mundial de la Salud, priorizado para los trabajadores médicos al frente de la lucha contra el covid-19.

En medio del desconcierto sobre el uso del barbijo que generó la pandemia del coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene su discurso e insiste que sólo se recomendarán para el personal sanitario.

El secretario general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, teme que el uso generalizado de estas herramientas por toda a población pueda acabar con las existencias en los hospitales, por lo que no se arriesgará a recomendar su distribución.

"Los barbijos por sí solos no pueden contener la pandemia: hay que encontrar, aislar y tratar cada caso por separado", ha sentenciado Tedros durante una rueda de prensa de ayer,  lunes.

El uso de estos equipos, así como el de respiradores y otras herramientas de protección, deberá ser, según la OMS, priorizado para los trabajadores médicos al frente de la lucha contra el Covid-19, pero no para los ciudadanos en cuarentena a menos que estén contagiados o cuidando de enfermos. Si se hiciese de este modo, Tedros teme que los hospitales se queden sin mascarillas suficientes.

"Si se usan barbijos, debe hacerse de forma segura y apropiada. Lo que está claro es que hay una investigación limitada y pocos suministros. Alentamos a los países que están considerando el uso de los mismos para la población en general a que estudien su eficacia para que todos podamos aprender. Lo más importante es que sólo deberían usarse como parte de un paquete integral de intervenciones", reclamó  Tedros.

La organización pone así punto final a la oleada de reproches durante los últimos días por los críticos con la política de protección de la OMS. En primera instancia, parte de las suspicacias sobre estas medidas surgen de la mano de los países asiáticos, donde las cifras positivas podrían estar ligadas a la extensión de barbijos a la población civil.

Es una de las tesis que maneja George Gao, el principal investigador del coronavirus chino y líder de la defensa contra el covid-19 en su país, quien defiende que las malas cifras de contagio en Occidente se deben a no suministrar barbijos a los ciudadanos. Tedros, por su parte, disiente y anima a los países a "encontrar, testar y rastrear una solución mejor".

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