El verano boreal sumó contrataciones temporales de trabajadores en Estados Unidos pero aún así, no alcanzaron a suplir el sostenido nivel de pedidos de subsidio por desempleo, que en la semana que concluyó el 12 de septiembre, fueron de 860.000.

En todo caso, son 33.000 menos que la semana previa, cuando el número total de estadounidenses en las listas de beneficios estatales fue de 12,6 millones ( al 5 de septiembre) consignó hoy el Departamento de Trabajo norteamericano.

El pico de pedidos semanales de subsidio había sido a fin de marzo, con 6,9 millones en una semana, y si bien las cifras sostenidas de las últimas semanas no llegan al millón, siguen siendo mucho más altas que los registros previos a la pandemia de Covid-19.

Muchos estados norteamericanos ofrecen hasta seis meses de subsidios por desempleo: los que solicitaron en marzo podrían estar perdiendo esos beneficios y tendrían que cambiar a otros programas de emergencia.

"El desempleo ha disminuido desde su punto máximo, pero sigo preocupado", dijo Bradley Hardy, economista de la American University de Washington al Wall Street Journal. Los trabajadores a tiempo parcial y los que tienen empleos vinculados a centros urbanos aún poco poblados, centros comerciales y universidades son particularmente vulnerables.

"Si la temporada de gripe se combinara con un posible segundo brote, se me complicaría pronosticar una constante mejora en el mercado laboral", apuntó Hardy.