Nada peor que tener hambre. El malhumor que suele generar en las personas no es nada nuevo. El cuerpo humano, cuando el nivel de glucosa en sangre disminuye, empieza a exhibir síntomas de mayor irritabilidad porque percibe, asimismo, un riesgo para su propia supervivencia.

De acuerdo a un trabajo realizado por la Universidad de Ohio, en los Estados Unidos, las personas que se encuentran casadas se enojan más con sus cónyuguyes si su nivel de azúcar es bajo. Incluso, pueden llegar a tener actitudes negativas.

“El estudio muestra cómo un factor simple, a menudo pasado por alto, como es el hambre causada por niveles bajos de glucosa en la sangre, puede desempeñar un papel en las peleas conyugales, las confrontaciones y posiblemente incluso la violencia doméstica , consignó Brad Bushman, autor principal del trabajo y profesor de comunicación y Psicología en la Universidad Estatal de Ohio.

El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, mostró el resultado de un trabajo que se prolongó durante tres semanas, período en el cuál los investigadores midieron los niveles de glucosa en la sangre en más de 100 personas casadas al levantarse y antes de acostarse.

¿Cómo llevaron adelante las mediciones?

Los científicos les otorgaron a los participantes un muñeco vudú y 51 alfileres para que se llevaran a sus casas y se desquitaran con él cuando se enojaban con sus parejas.

Luego de tres semanas, las personas fueron invitadas al laboratorio, donde usaron un juego de computadora que les permitió molestar al otro con un ruido desagradable (una mezcla de uñas que rayan una pizarra, la máquina del dentista, o sirenas de ambulancia), tras elegir el volumen y la duración que quisieran.

Los investigadores observaron que aquellos que tenían bajos niveles de glucosa utilizaron más veces las agujas en los objetos y seleccionaron ráfagas de ruido más potentes y prolongadas para molestar a su pareja.

Por otro lado, un informe la Organización Mundial de la Salud recomendó que el consumo diario de azúcar no debe exceder el 5 por ciento de las calorías totales que se ingieren a lo largo del día.