
Si bien no hay cifras oficiales, en el mundo emprendedor se dice que solo dos de cada 10 emprendimientos sobreviven en las etapas iniciales mientras que cinco fracasan y tres apenas alcanzan a cubrir la inversión inicial. Los motivos pueden ser muchos: no encontrar un mercado lo suficientemente amplio, problemas con los socios, falta de liquidez e intolerancia a los escenarios adversos. Entre estos, no sería descabellado pensar que el escenario latinoamericano, caracterizado por su inestabilidad económica y política, propone grandes desafíos y uno de ellos es cómo hacer para escalar, para salir del corset de lo cotidiano.
Para Mariano Amartino, director de Startups para Microsoft Latinoamérica, la región está repleta de oportunidades con grandes perspectivas de crecimiento: "Estamos en un muy buen momento regional, con mercados completamente fragmentados y está bien", dijo dentro del marco de WeXchange, el foro de mujeres emprendedoras de América Latina y el Caribe, que organizaron el BID Lab junto a Microsoft en Asunción, Paraguay.
Llegar lejos
No caben dudas de que el abecé para escalar una empresa es tener un modelo de negocio con un producto probado. Para tal fin, la pregunta que hay que hacerse, afirma Ingrid Briggiler, fundadora y CEO de la app Llamando al Doctor, es que el problema que vaya a solucionarse abarque a la mayor cantidad de personas posible. En su caso es fácil adivinarlo: su servicio, que ofrece atención médica inmediata por videollamada las 24 horas "puede resolver dos problemas: el de los médicos, que no cobran honorarios por las consultas que reciben por Whatsapp y el de los pacientes, que quieren hablar con médico en cualquier horario. Hay 160 mil médicos en la Argentina y 44 millones de pacientes".
Para Briggiler, regionalizar el negocio implica un gran desafío porque "nosotros conocemos la profesión en el país donde nacimos o donde nos formamos pero después hay que investigar en cada país cómo funciona y como es el sistema de salud, si los pacientes se comportan de la misma manera o no. Hoy tenemos clientes en cuatro países: la Argentina, Colombia, Uruguay y Bolivia y queremos queremos ir por ejemplo a Perú, México y Brasil".
Emprender requiere de dedicación, esfuerzo y una buena cuota de lo que se conoce como resiliencia, la capacidad de enfrentar la adversidad y adaptarse. "Una vez alguien me dijo que yo tenía una idea brillante pero muy adelantada a la época", recuerda Tony Migliore, un emprendedor con 30 años de experiencia en Supply Chain y tecnología. Hace 20 fundaba Net Envíos, una startup que brindaba soluciones logísticas a Mercado Libre y que precedió a lo que hoy conocemos como Mercado Envíos. El mercado era tan incipiente en ese entonces que, a pesar de haber logrado abrir en seis países, después de que explotó la burbuja de Internet del 2000, tuvieron que levantar la operación.
Como producto de la experiencia regional adquirida en esta y otra compañía (AmLog, actualmente en funcionamiento en toda la región), Migliore fundó Moova, una plataforma que brinda soluciones logísticas aprovechando la capacidad ociosa en depósitos y vehículos, con un modelo similar al de Uber o al de Airbnb. La startup, creada en octubre de 2018, ya tiene oficina en Buenos Aires y Córdoba. El CEO tiene todo calculado: "El plan de negocios implica la expansión hacia México, Colombia, Chile y Perú para la segunda mitad de 2021. Cada tres meses hacemos un lanzamiento de país o ciudad". La tecnología es una gran aliada y la base de estas compañías. Sin embargo, Migliore apunta que la selección del equipo es lo que hace la diferencia.
Las inversiones son el combustible que le dan tracción a las startups pero si el emprendedor no vende lo suficiente y demuestra que hay clientes dispuestos a pagar por su producto, salir a levantar capital se vuelve, en palabras de Nicolás Galarza -co-founder de Quiena Inversiones-, "una pérdida de tiempo". El, un asesor de inversiones online que permite a pequeños y medianos ahorristas colocar fondos en mercados financieros internacionales, refiere que es un trabajo full time y pone como ejemplo su caso: "En la primera ronda los inversores no querían avanzar y la solución fue crecer. Generamos un 10% de crecimiento semanal. El crecimiento soluciona todo y en la última ronda levantamos más de lo que queríamos".
Desde su creación, en 2016, Quiena se ha expandido hasta operar en la Argentina, Uruguay y México, según Galarza, sin un norte muy definido. Uno de sus mayores desafíos estuvo en el crecimiento de su equipo: "Pasar de tres a seis fue fácil pero pasar de seis a doce fue realmente difícil porque me cuesta mucho delegar. Ese salto fue súper complejo pero, una vez que lo resolvimos, pasar a 20 fue mucho más fácil".








