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El cometa interestelar 3I/Atlas, descubierto en julio de 2025 por el sistema ATLAS, ha revelado un espectáculo geológico sin precedentes: erupciones de criovolcanes o “volcanes de hielo” que expulsan chorros espirales de gas y polvo desde su superficie.
Este tercer visitante de otro sistema estelar, con una trayectoria hiperbólica a 221.000 km/h, activa estos fenómenos a 378 millones de kilómetros del Sol, desafiando modelos tradicionales de cometas. Observaciones del Telescopio Joan Oró en el Observatorio del Montsec, España, capturaron las imágenes de mayor resolución el 29 de octubre, cerca de su perihelio.
Composición de 3I/Atlas y sus mecanismos internos
Un estudio preprint publicado el 24 de noviembre en arXiv por el científico Josep M. Trigo-Rodríguez del Institute of Space Sciences (CSIC/IEEC) propone que la rica composición en hielo de dióxido de carbono y materiales metálicos explica estas erupciones. La sublimación del CO2 sólido interactúa con granos de sulfuros de níquel y hierro, generando oxidación y reacciones exotérmicas tipo Fischer-Tropsch que impulsan el criovolcanismo.
Según se detalla, el espectro de 3I/Atlas se asemeja a condritos carbonáceos primitivos de la Antártida y objetos transneptunianos (TNO), sugiriendo un origen en un disco protoplanetario remoto con alta fracción metálica y alteración acuosa.
Aunque viene de otro sistema estelar, el cometa 3I/Atlas tiene un tamaño impresionante —entre 440 metros y 5,6 kilómetros de diámetro— y se comporta de forma parecida a planetas enanos helados como Plutón o Eris. Su actividad, con chorros de gas y polvo expulsados a razón de hasta 30 kg por segundo, empezó cuando aún estaba lejos del Sol, a unos 6,5 UA (más de 970 millones de kilómetros). Datos previos de telescopios como TESS y ZTF muestran que hielos muy volátiles, como el dióxido de carbono, se evaporan fácilmente y provocan estas eyecciones. “Todos nos sorprendimos por su similitud con los objetos helados de nuestro sistema solar”, declaró el investigador Josep M. Trigo-Rodríguez a Live Science.
El cometa 3I/Atlas y su impacto en la astronomía
Este hallazgo posiciona a 3I/ATLAS como una “cápsula espacial” con datos sobre química galáctica antigua, posiblemente con una edad de hasta 11 mil millones de años.
Observaciones con JWST y Hubble confirman alta ratio CO2/H2O y una coma inusual. El cometa abandonará el sistema en 2026, pero su estudio redefine la evolución del estudio de los objetos interestelares.
