Variante ómicron: cuáles son los nuevos síntomas y cómo diferenciarlos de otras cepas

La variante ómicron es la nueva "estrella" de la pandemia de Covid-19. Menos virulenta, pero mucho más contagiosa, sus síntomas no son los que se solían asociar con esta enfermedad.

Según el seguro médico más grande de Sudáfrica -donde se detectó por primera vez esta variante-, los pacientes diagnosticados con ómicron presentaron picazón o dolor de garganta junto con congestión nasal, tos seca y dolor muscular, especialmente dolor lumbar. Una de las grandes diferencias con el resto es que, normalmente, los contagiados no pierden el gusto ni el olfato.

Además, se suma un síntoma inusual no detectado en otras variantes. Algunos pacientes contagiados de Covid-19 con esta variante están sufriendo episodios de sudores nocturnos.

Variante delta

La variante delta era la predominante en el país antes de que comenzara a circular ómicron. Entre sus síntomas se destacan el intenso dolor de garganta, la tos seca, la pérdida del olfato e incluso dificultad para respirar. Algunos síntomas típicos de ómicron como, por ejemplo, los dolores musculares, la fatiga extrema o el dolor muscular se dan en menor medida en la variante delta del coronavirus.

En ese sentido, delta era más parecida al virus original que comenzó a circular en Wuhan a fines de 2019. La principal diferencia, se explicaba a mediados del año pasado, estaba entre quienes se contagiaban sin estar vacunados y los casos entre quienes habían recibido una o dos dosis.

Los síntomas, sin embargo, parecen variar dependiendo de si la persona ha recibido una o dos dosis de la vacuna o si no está vacunada. Entre estos últimos los síntomas de la variante alfa de Covid-19 (tos, fiebre y pérdida de olfato o gusto), eran menos comunes.

Otra diferencia entre ómicron y otras variantes es su tiempo de incubación. Una persona expuesta necesita sólo 3 días para desarrollar síntomas y dar positivo en un testeo. En el caso de la Delta y el coronavirus original, este período iba de 4 a 6 días.