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Los turistas extranjeros siempre se llevan una muy buena impresión de su visita a la Argentina. La gastronomía, paisajes y amabilidad de las personas son las características que más resaltan a la hora de recomendar nuestro país.

Sin embargo, muchos de ellos destacan otro tipo de cuestiones o hábitos que los sorprenden, debido a que en sus lugares de origen no existen o no suelen utilizarse.

En ese sentido, la influencer francesa Joséphine Wit visitó Argentina y se asombró por una serie de hechos y costumbres que jamás había visto en su vida. Por supuesto, la única que no llamó su atención fue el mate, la icónica infusión para acompañar el día.

¿Qué le sorprendió de Argentina?

A través de su cuenta de TikTok, la usuaria @josephinewit, relató cuáles son las "cosas que me sorprendieron como francesa en Buenos Aires".

La primera de ellas sorprendió a sus seguidores y/o personas que se toparon con el video. Joséphine resaltó que los argentinos hacen "una fila tan ordenada para esperar el bus (colectivo)".

A pesar de no generarle sorpresa el consumo de mate en Argentina, lo que sí acaparó su mirada fue la existencia de "tiendas solamente de mates".

También remarcó que "en cada cuadra hay mínimo una gotera de agua". Esto se debe al uso de los aires acondicionados, cuyos filtros deben ser cubiertos o puestos en un recipiente para que no desparrame el líquido.

Extranjeros en Argentina: ¿cuáles son los tres aprendizajes que tomó la tiktoker francesa?

Sobre el final del video, la tiktoker de Francia aseguró que se mostró sorprendida por la cantidad de gente que es "fanática del fútbol".

La joven mostró el brazo de un conductor, el cual estaba repleto de tatuajes de Boca Juniors. Se trata de una forma que adoptó el argentino, cuyo fin es "llevar en la piel" a los ídolos del deporte.

Saliendo de lo pasional, Joséphine habló acerca de las formas de pago en los comercios de Argentina. "Muchas veces te hacen descuentos si pagás en efectivo", explicó mientras enfocaba un cartel de un local de indumentaria.

Por último, aprendió que el negocio donde se compran las frutas y verduras se llama "Verdulería" y no "Verdurería", término que al parecer le costaba pronunciar.