En una columna publicada por el New York Times, Oliver Sacks–profesor de Neurología y célebre autor de varios libros- relata cómo vivirá sus últimos días. El académico se había recuperado, nueve años atrás, de un infrecuente tipo de tumor ocular que finalmente lo dejó ciego de un ojo. Pero a diferencia de lo que sucede en el 98% de los casos, este cáncer inicial le generó metástasis en el hígado, algo que descubrió hace tan solo unas semanas.

“Estoy agradecido de que se me hayan dado nueve años de vida y de buena salud y productividad desde el diagnóstico original, pero ahora me enfrentó cara a cara con la muerte”, relata Sacks en su columna, además de aclarar que el tipo de cáncer que lo afecta no puede ser parado ni curado.

“Ahora debo elegir cómo vivir los meses que me quedan. Debo vivir en la forma más rica, productiva y profunda que pueda”, dice el autor que logró publicar cinco libros mientras que se recuperaba del tumor ocular original y que incluso escribió su autobiografía, que se editará en breve.

“Me siento intensamente vivo y quiero y deseo que en el tiempo que me quede pueda profundizar mis amistades, decirles adiós a quienes amo, escribir más, viajar, si me dan las fuerzas, y alcanzar un nuevo nivel de introspección y entendimiento de lo que me rodea”.

En su texto, Sacks reconoce que durante la última década ha sido cada vez más consciente de que su generación está en el “camino de salida”.

“No habrá nadie igual a nosotros cuando nos vayamos, como tampoco no hay nadie igual a nadie, nunca. Cuando la gente muere no puede ser reemplazada. Dejan agujeros que no pueden ser llenados, porque es el destino -el destino genético y neurológico de cada ser humano- el de ser un individuo único, para encontrar su propio camino, para vivir su propia vida, para morir su propia muerte”.

Al final reconoce que tiene miedo, pero que su sentimiento predominante es la gratitud. “He amado y me amaron; he dado mucho y me dieron siempre algo; he leído y viajado y pensado y escrito. Sobre todo, he sido un ser sensible, un animal pensante en este hermoso planeta y eso, en sí mismo, ha sido un inmenso privilegio y una aventura”.