

La amistad es un vínculo que tiene tantas aristas como el resto de las relaciones humanas. Algunas duran para toda la vida y otras son efímeras, pero de lo que no hay dudas es de que cuando una relación de amistad se establece trae sensación de felicidad y bienestar a nuestras vidas.
Sin embargo, en algunas circunstancias en las que el vínculo de la amistad se profundiza demasiado pueden aparecer conflictos.
Las personas que son diferentes a nosotros, en ciertas circunstancias, nos muestran una cara de la realidad que desconocíamos o una visión que nos conmueve y eso hace que se despierte nuestro interés hacia ella.

Amigo: ¿qué cambia si su personalidad es parecida o distinta a la nuestra?
Un equipo de investigadores de las universidades de Bamberg y Duisburg-Essen, en Alemania, llevó a cabo un estudio con el propósito de examinar la teoría de que la similitud en ciertos aspectos de la personalidad afecta la percepción del bienestar y la calidad de la amistad.
Para ello, los expertos entrevistaron alrededor de 200 parejas de amigos que habían mantenido un vínculo durante un promedio de diez años, y les consultaron sobre:
- Los rasgos de su personalidad y los que creían ver en sus amigos.
- El nivel de satisfacción con la amistad, con el fin de averiguar cuán comprensivos eran sus amigos a niveles prácticos y emocionales.
El resultado marcó que:
- Quienes respondieron que estaban conformes con sus amistades fueron las personas que se calificaban a sí mismas como extrovertidas y emocionalmente estables.

- Las personas que se consideraron a sí mismas extrovertidas fueron consideradas como mejores amigas.
"Es normal que te sientas importante y parecido si se acuerdan de vos a menudo y pasás tiempo con una persona extrovertida", concluyó Körner, autor principal del estudio.
Esto sugiere que la calidad de la amistad no solo está determinada por las diferencias o similitudes entre los amigos, sino también por las actitudes y características individuales de cada uno.
Sin embargo, se obtuvieron resultados diferentes cuando los investigadores preguntaron cómo se percibía su propia personalidad dentro de la amistad.
- Los que se percibían más abiertos a contestar las preguntas afirmaron que su amigo era un buen amigo.
- Los considerados más cerrados, explicaron que creían que sus amistades eran buenas, pero no tanto.
La mayor sorpresa de los especialistas fue que no encontraron ningún efecto en la calidad de la amistad que tuviera que ver con rasgos de su personalidad, concluyendo que: la satisfacción con un amigo no depende con el grado de similitud entre sus personalidades.
"Una correspondencia entre ciertos rasgos de dos personalidades pueden unir a las personas inicialmente, pero cuando un vínculo está bien establecido, puede no importar mucho para determinar cuán satisfechos se encuentran con su vínculo", concluyó el especialista.

Amigos: la importancia del afecto en el vínculo
Las personas cambian con el tiempo, por lo más lógico es que nos mantengamos cerca de los amigos que comparten más cosas con nosotros en momentos determinados de nuestras vidas.
De esta forma, se podría decir que el vínculo está formado por dos grandes grupos de sensaciones y sentimientos. En el primero se encuentran:
- Confianza.
- Intimidad.
- Respeto.
- Capacidad para divertirse.
Mientras que el segundo grupo aparecen:
- Lo que piensen sobre determinados aspectos de su vida.
- Las aficiones dispares que haya entre ellos.
No obstante, según los hallazgos de la investigación, lo fundamental es el afecto, y aunque en ocasiones este no sea suficiente para mantener la cercanía con alguien debido a diversas razones, es lo primordial en lo que se debe confiar si se desea que ese vínculo perdure en el tiempo.











