

En un abrir y cerrar de ojos, el clima puede tener cambios inesperados, especialmente en temporadas de otoño o primavera. Un día te encontrás disfrutando del sol y el calor, y al siguiente, te sorprende el frío y los vientos helados. Estos cambios bruscos de temperatura pueden afectar a nuestra salud.
Según el Dr. Tejal Shelat, residente de medicina familiar en Mayo Clinic, las fluctuaciones de temperatura pueden hacer que la temperatura corporal varíe. Esto nos pone en jaque frente a diversos desafíos de bienestar corporal.
Entender cómo mantenernos sanos ante los cambios bruscos del clima es fundamental. Siguiendo los consejos de especialistas, podemos tomar medidas proactivas para cuidar nuestra salud ante los impredecibles cambios de temperatura.
Salud: síntomas de las infecciones respiratorias y cómo prevenirlas
Las inclemencias del tiempo pueden ser el caldo de cultivo para diversos virus responsables de las infecciones respiratorias.

Según explica el Dr. Tejal Shelat, estos patógenos pueden desencadenar infecciones de las vías respiratorias superiores, las cuales se manifiestan a través de varios síntomas que no deberíamos ignorar:
- Nariz congestionada o moqueo
- Goteo postnasal
- Fiebres superiores a los 38°C
- Dificultad para respirar
- Tos productiva persistente
Cuando el dolor de pecho se hace presente al tomar una respiración profunda, podría indicar una infección más grave, como la neumonía, señal de que nuestro cuerpo está lidiando con un desafío mayor.
Estrategias para mantenerte saludable con los cambios de clima
Adaptarse a los cambios del clima y mantenerse sano en el proceso requiere de ciertas estrategias claves que, según el Dr. Tejal Shelat, pueden marcar la diferencia en nuestra salud integral.

Conocé estos consejos fundamentales para fortalecer tu sistema inmunitario y protegerte de las infecciones:
Incorporá vitamina C en tu dieta: consumir suficiente vitamina C, ya sea a través de frutas o suplementos, es fundamental para potenciar tu sistema inmunitario.
"Frutas ricas en vitamina C, como limones y naranjas, con solo consumir una al día o agregar unas rodajas de limón a tu botella de agua, pueden contribuir significativamente a proteger tu sistema inmunitario", menciona el Dr. Shelat. Aunque algunas personas optan por tomar tabletas de vitamina C y zinc, una dieta saludable que incluya frutas y verduras es más que suficiente para cubrir nuestras necesidades.Ejercicio regular: el ejercicio regular es vital para mejorar la circulación sanguínea, la entrega de oxígeno y la función celular. No necesitás agotarte con rutinas extenuantes; una caminata de 30 minutos la mayoría de los días de la semana, alcanzando un total de 150 minutos (aproximadamente 2.5 horas) a la semana, es una buena cantidad de ejercicio.
"Podría ser simplemente una caminata de 30 minutos la mayoría de los días de la semana. Eso te lleva a 150 minutos a la semana. Y esa es una buena cantidad de ejercicio", indica el Dr. Shelat. También anima a aquellos que disfrutan de entrenamientos más intensos a continuar realizándolos, siempre que sean seguros y cómodos.Consulta médica ante síntomas severos o persistentes: si experimentás fiebre por encima de los 38°C o cualquier síntoma severo o persistente, es crucial buscar atención médica lo antes posible. Estar atentos a las señales de nuestro cuerpo y actuar de manera proactiva puede prevenir complicaciones mayores.
Siguiendo estas pautas podemos mejorar significativamente nuestras defensas frente a los desafíos que los cambios bruscos de temperatura presentan para nuestra salud.

Prepará tu entorno para enfrentar los cambios climáticos
Además de cuidar nuestro cuerpo, es esencial preparar nuestro entorno para hacer frente a los cambios bruscos de temperatura.

Aquí te dejamos algunos consejos para que tu hogar y tu rutina diaria contribuyan a tu bienestar general:
- Mantener una temperatura agradable en casa: asegurate de que tu vivienda mantenga una temperatura confortable, utilizando medios de calefacción o ventilación adecuados según sea necesario.
- Vestimenta adecuada: llevá ropa que puedas adaptar fácilmente a los cambios de temperatura a lo largo del día. Las capas son una excelente opción, permitiéndote agregar o quitar según el clima.
- Hidratación: bebé agua regularmente para mantener tu cuerpo hidratado, incluso si no tenés sed. La hidratación es clave para la salud, especialmente durante los cambios de clima.
- Protección contra el sol: usá protector solar y vestimenta que te proteja del sol, incluso en días nublados. La exposición al sol puede ser perjudicial para la piel y el sistema inmunológico.
- Ambientes ventilados: asegurate de ventilar bien los ambientes, especialmente si usás calefacción, para evitar la acumulación de agentes patógenos en el aire.












