Hallazgo sin precedentes: encuentran una nueva tumba en las pirámides de Giza que podría estar repleta de tesoros
La investigación reunió a especialistas de dos prestigiosas universidades junto a un reconocido instituto que encontraron anomalías en la estructura.
Un estudio científico descubrió una posible tumba misteriosa en la zona de las pirámides de Giza, en Egipto. Esta investigación podría revolucionar los hallazgos conocidos en este campo, ya que la cámara encontrada presenta una estructura diferente a las de otras catacumbas y necrópolis.
La investigación geofísica fue realizada por arqueólogos de la Universidad Internacional Higashi Nippon, la Universidad de Tohoku y el Instituto Nacional de Investigación de Astronomía y Geofísica (NRIAG). Los especialistas dieron con una estructura muy particular al utilizar técnicas con maquinaria de última generación.
¿Cómo fue el hallazgo de una la nueva tumba en las pirámides de Giza?
En la zona conocida como Campo Oeste de Giza o Cementerio Occidental, los autores del trabajo reconocieron una estructura en forma de L y varias anomalías cerca de las pirámides al utilizar métodos geofísicos.
Los científicos pudieron dar con las tumbas luego de utilizar una combinación entre un radar de penetración terrestre (GPR) y una tomografía de resistividad eléctrica (ERT) durante un estudio sobre esta particular región del desierto egipcio.
Los tesoros que encontraron se ubican al oeste de la Gran Pirámide de Giza en la meseta homónima a la reconocida edificación. Esta zona se divide en cementerios más pequeños, que constan de alineaciones lineales de mastabas (un tipo de tumba egipcia) y estructuras subterráneas.
¿Qué encontraron en las particulares tumbas de Egipto?
Estos particulares cementerios están hechos de piedra o adobe con una forma rectangular. En su momento, eran las características lápidas funeraria para la familia real y los oficiales de clase alta, con un diseño de techo plano y un eje vertical que conecta con una cámara subterránea.
Según los autores del trabajo, la estructura en forma de L se encontraba a una profundidad de 2 metros directamente al sur de la mastaba G4000. La edificación parecería haberse llenado de arena y habría sido el túnel de entrada a una estructura más profunda.
Los investigadores apoyaron estas teorías respaldándose en la detección de anomalías más profundas debajo de esta enorme tumba, que se concentran a una profundidad de entre 3,5 y 5 metros, con dos fracciones que alcanzan un nivel subterráneo de hasta 11 metros.
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"Creemos que la continuidad de la estructura poco profunda junto a la de la construcción grande y más extensa es importante. A partir de los resultados del estudio, no podemos determinar el material que causa la anomalía, pero puede ser una gran edificación arqueológica subterránea", concluyeron los autores del estudio.
¿Cuáles son las conclusiones de la investigación sobre las tumbas egipcias?
Un artículo publicado en la revista Archaeological Prospection remarcó que los datos encontrados "muestran claras anomalías que podrían atribuirse a una potencialidad arqueológica en la región estudiada" y señalaron que hay avances por fuera de los hallazgos más tangibles o visualizables.
"Las características de la edificación han mostrado una extensión adicional, hasta 3 a 5 m más que la profundidad detectada por el estudio GPR. De estos resultados concluimos que la estructura que causa las anomalías podrían ser las paredes verticales de piedra caliza o los pozos que conducen a la estructura de una tumba", puntualizaron los autores.
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