

Durante años, los científicos de la NASA creyeron que Titán, la luna más grande de Saturno, escondía un vasto océano subterráneo de agua líquida bajo su gruesa capa de hielo. Esta idea, basada en datos de la misión Cassini (1997-2017), posicionaba a Titán como uno de los candidatos principales para albergar vida extraterrestre en el sistema solar.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Nature a finales de 2025 ha dado un giro inesperado: no existe un océano global, sino un interior viscoso parecido al Ártico, compuesto por aguanieve espesa y bolsas de agua líquida que podrían alcanzar temperaturas de hasta 20 °C.

¿Qué descubrió exactamente la NASA?
La clave del hallazgo radica en un detalle que pasó desapercibido durante décadas: un retraso de 15 horas en la deformación de Titán causada por la gravedad de Saturno.
Mientras orbita en una trayectoria elíptica, Saturno “estira y comprime” a Titán, generando mareas. Si hubiera un océano líquido abierto, la deformación sería casi inmediata. Pero los datos precisos de ondas de radio de Cassini muestran ese desfase, indicando un interior más rígido y viscoso, similar a remover miel o aguanieve.
Los investigadores, liderados por Flavio Petricca (NASA JPL) y Baptiste Journaux (Universidad de Washington), concluyen que el subsuelo de Titán es una mezcla de hielo poroso y agua, con bolsas concentradas de agua dulce líquida en lugar de un mar global.
“En lugar de un océano abierto, como el que tenemos en la Tierra, probablemente nos encontremos ante algo más parecido al hielo marino del Ártico o a los acuíferos, lo que tendría implicaciones para el tipo de vida que podríamos llegar a encontrar”, sostuvo Jornaux.
La importancia de este descubrimiento de la NASA
Se trata de uno de los hallazgos más importantes de la NASA en el último siglo, dado que aumenta las posibilidades de encontrar condiciones de vida en Titán.
Las bolsas de agua templada podrían crear entornos similares a los ecosistemas polares de la Tierra o acuíferos subterráneos. En un océano global salado y frío, la vida sería más difícil; pero en estas “bolsas” concentradas, organismos simples como microbios podrían prosperar con mayor facilidad.
Titán ya es único, debido a que es uno de los pocos cuerpos celestes, además de la Tierra, con líquidos estables en superficie (aunque de metano) y una atmósfera rica en compuestos orgánicos.
A partir de este hallazgo, se lanzará una próxima exploración: se trata de la misión Dragonfly de la NASA, un dron que llegará a Titán en 2034 (lanzamiento en 2028), buscará directamente evidencias de química prebiótica y posibles signos de vida.













