Trucos para adelgazar

Dejá de correr para adelgazar: los 5 secretos que tenés que conocer para bajar de peso caminando

Caminar es una actividad que, aunque accesible y simple, requiere disciplina para que realmente contribuya al objetivo de adelgazar

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Adelgazar no siempre requiere rutinas extenuantes o correr demasiados kilómetros. Caminar, si se hace de manera adecuada, puede ser una excelente herramienta para bajar de peso.  

Aunque a menudo subestimada, esta actividad es una opción accesible para quienes buscan mejorar su condición física sin someterse a grandes esfuerzos.  Estos son cinco trucos que podés aplicar para adelgazar caminando. 

 Para lograr resultados visibles, es fundamental ser constante y mantener la regularidad (Fuente: Pexels) 

Los 5 trucos para adelgazar tan solo caminando

Para quienes intentaron en más de una ocasión salir a correr con el objetivo de deshacerse de los kilos de más, pero no lo han logrado, es tiempo de olvidarse de correr.

Estos son cinco trucos para adelgazar con solo caminar y esculpir todo el cuerpo, sugeridos por el reconocido portal de salud Vitónica.

1. La velocidad importa

El primer aspecto a tener en cuenta es la velocidad a la que caminás. No es lo mismo caminar a paso lento que a un ritmo más ágil. Para que caminar realmente contribuya al déficit calórico que necesitás para adelgazar, es fundamental hacerlo a paso ligero. 

Se recomienda que los principiantes alcancen una velocidad de entre 4 a 6 km/h. Caminar de forma pausada no generará un gasto calórico suficiente.

Además, según diversas investigaciones, caminar rápido no solo ayuda a adelgazar, sino que también mejora la capacidad aeróbica y aumenta la esperanza de vida. Variar la velocidad durante la caminata, realizando intervalos, es una excelente forma de promover la quema de grasas.

2. Incluir variaciones para fortalecer las piernas

Si bien caminar por sí solo ayuda a mantener la masa muscular de las piernas, podés hacer algunos ajustes durante la caminata para fortalecer aún más los músculos de las extremidades inferiores. 

Incorporar cuestas o zancadas durante el recorrido es una excelente manera de trabajar los músculos de las piernas mientras seguís quemando calorías.

Otra opción es subir escaleras durante la caminata. Este ejercicio no solo tonifica los cuádriceps, gemelos e isquiotibiales, sino que también contribuye al gasto calórico. Evitá el uso de tobilleras con peso, ya que pueden provocar desequilibrios y afectar negativamente a las rodillas.

 Incorporar estas variaciones y trucos en tu rutina de caminata te permitirá ver cambios positivos (Fuente: Pexels) 

3. Postura y abdomen firme

Para quienes también buscan tonificar el abdomen, la postura durante la caminata es clave. Mantener la espalda recta, los hombros relajados y la mirada hacia el horizonte es fundamental. 

Además, contraer los abdominales y respirar de manera consciente durante todo el trayecto, permite trabajar el core de forma eficaz mientras caminás.

Una técnica adicional consiste en levantar las rodillas hasta el pecho mientras caminás. Este movimiento, combinado con una leve rotación del torso para tocar la rodilla con el codo contrario, puede ayudar a fortalecer los oblicuos, aportando un trabajo más completo para la zona media.

4. Brazos y espalda en movimiento

Caminar también puede ser una oportunidad para tonificar los brazos y la espalda. Un braceo controlado y enérgico no solo acompaña el movimiento natural del cuerpo, sino que también moviliza los músculos de los brazos. 

Para potenciar el trabajo en esta zona, podés cargar pesos ligeros en las muñecas y realizar movimientos simples como elevar los brazos hacia los lados o hacia arriba, o incluso dar golpes al aire como lo hacen los boxeadores. 

5. El tiempo que hay que caminar para adelgazar

La cantidad de tiempo y la frecuencia con la que caminás son determinantes para adelgazar. El punto de partida depende de tu condición física actual. Si recién empezás, podés caminar unos 30 minutos al día, entre tres y cinco veces por semana, y aumentar gradualmente el tiempo y la frecuencia a medida que progresás.

Una forma efectiva de medir el progreso es contabilizar el número de pasos que das diariamente. Muchas investigaciones señalan que ir aumentando progresivamente la cantidad de pasos es clave para adelgazar

Es clave establecer un objetivo semanal para incrementar el número de pasos y así promover el gasto calórico necesario para lograr el déficit calórico que resulta en la pérdida de peso.

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