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El destacado físico Abraham Loeb, profesor de Harvard, afirmó en una de sus clases que existe una "pequeña posibilidad" de crear una máquina del tiempo que permita volver al pasado y también conocer el futuro. Su teoría se fundamenta en las nociones de la materia y el tiempo.
El renombrado científico sostiene que la humanidad apenas comprende el 15% de lo que existe en el Universo, ya que el 85% restante corresponde a materia oscura, algo que no se puede ver ni tocar, porque no emite luz.

Lo que opina el científico de Harvard acerca de los viajes en el tiempo
Loeb afirma, en diálogo con sus estudiantes, que podemos observar y estudiar la luz, el electromagnetismo y otros fenómenos que nos ayudan a comprender el cosmos. Sin embargo, el autor destaca que el electromagnetismo solo revela una parte de la realidad.
En ese espacio desconocido, surgen las ondas gravitacionales, que se utilizan para investigar fenómenos ocultos como los agujeros negros. Estas emiten un eco al colisionar, lo que permite obtener algunas nociones sobre su composición.
Aunque la gravedad es una de las principales variables que se analizan en estos casos, existen otras fuerzas que también juegan un papel importante. Una de ellas, si existiera, son las masas negativas, a las que el físico de Harvard atribuye un primer indicio para construir máquinas del tiempo.
¿Cómo influyen las dimensiones en la relación entre energía y viaje en el tiempo?
A partir de lo desconocido, el reconocido científico formula algunas teorías para hacer reflexionar a sus estudiantes. Por ejemplo, el autor destaca que la relación entre la presión y la densidad de energía en el universo se vincula con el hecho de que habitamos en un espacio de tres dimensiones.
Si existieran más dimensiones, esa relación entre magnitudes cambiaría, según Loeb. Y en este punto, retoma su teoría sobre el viaje en el tiempo y la relevancia de aquello que no logramos entender del Universo.
La segunda hipótesis sobre la sensibilidad ocular y la luz visible
La segunda hipótesis del reconocido profesor sostiene que los ojos humanos son sensibles a la luz visible porque es el tipo de luz que más emite el Sol. Indica que, si hubiéramos evolucionado cerca de un agujero negro, probablemente veríamos en rayos X en lugar de luz visible.
El físico utiliza una metáfora y afirma que se asemeja a la de "un bebé en el útero cósmico", ya que lo presenta como una barrera que impide ver más allá del límite natural.
Por eso, la teoría del viaje en el tiempo adquiere sentido a partir de lo desconocido, ya que el científico sostiene que todas las hipótesis sobre lo que no vemos se reducen a especulaciones y en ese contexto, podría estar la posibilidad de hacerlo.
La materia oscura y ondas gravitacionales: un nuevo horizonte
Además, Loeb menciona que la exploración de la materia oscura y la energía oscura podría abrir nuevas puertas en la comprensión del tiempo y el espacio. Estas áreas inexploradas son fundamentales para desarrollar tecnologías que, en un futuro, podrían acercarnos a la posibilidad de viajar en el tiempo.
El físico también sugiere que la comprensión de las leyes de la física en dimensiones superiores podría ofrecer respuestas a preguntas fundamentales sobre el universo. Esto podría llevar a un avance significativo en la ciencia, permitiendo a la humanidad no solo entender mejor su entorno, sino también manipularlo de maneras que hoy parecen imposibles.












