

Los activistas argentinos de Greenpeace, Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, que fueron detenidos en Rusia luego de llevar adelante una protesta contra un derrame de petróleo que se desató en el ártico podrían regresar en las próximas horas a la Argentina cuando finalicen los trámites de visado.
Speziale obtuvo el visado ayer mientras Pérez Orsi lo tendría hoy.
En tanto, los primeros seis activistas de Greenpeace amnistiados, cinco británicos y un canadiense, partieron hoy de Rusia rumbo a París, 100 días después de haber sido arrestados junto a otros 24 miembros de la tripulación de un barco de la organización ecologista que realizaba una acción de protesta en el Artico.
“Un avión al bordo del cual viajaban cinco británicos y un canadiense despegó poco después de las 11.30 (07.30 GMT) del aeropuerto de San Petersburgo”, indicó Greenpeace en un comunicado.
Poco más tarde, un portavoz precisó que el avión se dirigía a París. Los seis activistas son Anthony Perrett, Phil Ball, Iain Rogers, Alex Harris, Kieron Bryan y Alexandre Paul.
“Salimos de Rusia, se acabó, somos por fin completamente libres”, declaró Alexandra Harris, citada en un comunicado de Greenpeace.
Agradeciendo a las personas que los apoyaron, Harris prometió que seguirá luchando por el Artico. La activista argentina, Camila Speziale, y otra brasileña, Ana Paula Alminhana Maciel, recibieron su visado el jueves y el resto lo obtendrá este viernes.
El jueves por la noche, el sueco-estadounidense de origen ruso Dmitri Litvinov salió de Rusia a bordo de un tren con destino a Finlandia, tras haber obtenido una visa para salir del territorio ruso.
Citado en un comunicado de Greenpeace, Litvinov dijo “no lamentar” lo que había hecho pero reconoció “estar ‘triste” de que el rtico no haya podido ser salvado”.
La semana pasada el gigante ruso Gazprom anunció que comenzó a extraer petróleo en la plataforma contra la que protestaba Greenpeace.
Los 30 miembros de la tripulación del barco de Greenpeace Arctic Sunrise fueron arrestados a finales de septiembre tras una acción de protesta contra una plataforma petrolera en el Artico para denunciar los riesgos de la explotación de hidrocarburos en esta zona.
Imputados en un primer momento por piratería, un crimen castigado con hasta 15 años de cárcel, los militantes finalmente fueron inculpados por vandalismo, un delito que se castiga con una pena de hasta siete años de cárcel.
Tras un período de detención en Murmansk (noroeste), los miembros de la tripulación fueron trasladados a San Petersburgo antes de ser amnistiados la semana pasada por una nueva ley del parlamento ruso con motivo del 20 aniversario de la Constitución.
Tras haber puesto fin oficialmente a las acciones judiciales contra los militantes de Greenpeace, Rusia comenzó el jueves a entregar los visados a aquéllos que no tienen la nacionalidad rusa.
FUENTE: AGENCIAS Rusia













