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Cuando el estrés de la rutina aprieta, una escapada corta puede ser la mejor solución. Sin necesidad de viajar lejos, los alrededores de Buenos Aires ofrecen pueblos con historia, paisajes naturales y propuestas gastronómicas que invitan a relajarse.

Entre ellos, San Antonio de Areco se destaca como uno de los destinos más completos: tradición criolla, museos, bares históricos y, desde hace poco, una atracción que sorprende a todos: el Laberinto Pampa, el primero en Argentina y el tercero en el mundo.

Un pueblo con historia y encanto

San Antonio de Areco está a solo 60 kilómetros de Pilar y a menos de una hora y media de la Ciudad de Buenos Aires. Fundado en 1730, es considerado la Capital Nacional de la Tradición desde 2015.

Sus calles empedradas, sus casonas antiguas y sus plazas invitan a caminar sin apuro. Aquí se respira cultura criolla: artesanos, plateros y artistas mantienen vivas las costumbres que hicieron famoso este rincón bonaerense.

El municipio organiza visitas guiadas para recorrer bares históricos y museos que cuentan la historia local. Hay diez espacios culturales con diferentes enfoques: desde la platería criolla hasta la vida rural.

El Laberinto Pampa: una experiencia sensorial

Entre las propuestas más originales está el Laberinto Pampa, ubicado en la Estancia Cinacina. No es un laberinto común: está hecho con bambú y diseñado para ofrecer una experiencia sensorial completa.

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A solo dos horas de CABA: el pueblo que se volvió furor para escapadas por su extrema tranquilidad GABRIELA GENOUD

Cada recorrido invita a descubrir texturas, colores, sonidos y aromas que conectan con la naturaleza.

El diseño se inspira en la platería criolla y cuenta con dos circuitos: uno clásico y otro multicursal con ocho caminos y un centro para contemplar.

La idea es simple: perderse para encontrarse. El bambú no solo aporta belleza, también ayuda a recuperar el suelo y se adapta al clima local. En el mundo existen más de 1.600 especies, y aquí se eligieron siete para crear un espacio único.

La creadora del proyecto es la artista May Borovinsky, quien trabajó durante años para transformar un bañado en un jardín vivo. “Escuchamos a cada especie para definir caminos y vistas”, explica en las visitas guiadas. El resultado es un lugar mágico que combina arte, naturaleza y tradición.

¿Qué hacer en San Antonio de Areco?

Además del laberinto, el pueblo ofrece muchas actividades para disfrutar en pareja, con amigos o en familia:

  • Recorrer pueblos cercanos: Vagues, Villa Lía y Duggan son ideales para conocer la vida rural.
  • Visitar la Reserva Natural Parque Criollo: perfecta para caminatas y fotografía.
  • Museos y talleres: espacios dedicados a la platería, la historia gaucha y las costumbres criollas.
  • Gastronomía típica: bodegones y bares históricos sirven asados, empanadas y picadas. El municipio organiza tours gastronómicos para descubrir los mejores lugares.

¿Dónde comer y qué probar?

San Antonio de Areco es famoso por su cocina criolla. Entre los platos imperdibles están:

  • Asado al asador: clásico de la tradición argentina.
  • Empanadas caseras: rellenas de carne cortada a cuchillo.
  • Pastas artesanales: con salsas típicas.
  • Dulces regionales: como el pastelito y la torta frita.

Muchos restaurantes ofrecen menús especiales los fines de semana y algunos bares históricos conservan la decoración original, lo que convierte la comida en una experiencia cultural.

¿Cómo llegar a San Antonio de Areco?

Desde Pilar, el viaje dura unos 45 minutos. Se accede por la Ruta Nacional N° 8, a 2 km del cruce con la Ruta Provincial N° 41. Desde la Ciudad de Buenos Aires, el tiempo estimado es de 90 minutos en auto. También hay servicios de micros y combis que salen desde Retiro y otros puntos del AMBA.

¿Por qué elegir esta escapada?

San Antonio de Areco combina tradición, naturaleza y arte en un solo lugar. El Laberinto Pampa es una propuesta distinta, ideal para quienes buscan relajarse y vivir algo nuevo sin alejarse demasiado de Buenos Aires. Es el plan perfecto para el fin de semana: cerca, accesible y lleno de experiencias.