

Kees Moeliker no estaba pensando en ganar ningún premio cuando hizo una serie de anotaciones sobre los perturbadores hechos que siguieron a la muerte de un pato fuera del Museo Natural de Rotterdam, en Holanda, donde ocupa el cargo de director. Cuando redactó sus notas sobre la “necrofilia homosexual en el pato mallard para un diario científico que publicaba el museo, asegura, no esperaba obtener tanta repercusión.
Pero luego, recuerda, “recibí un correo electrónico de Marc Abrahams, solicitando una reimpresión del artículo. Le envié una copia y, unos meses después, recibí un email confidencial en el que se me informaba de que había sido seleccionado para un premio .
El premio al que aspiraba era el Ig-Nobel, lo que representaba para él un dudoso honor. Estos galardones se presentan justo antes de que se anuncien los Nobel en Suecia. Los Ig-Nobel fueron idea de Abrahams, quien en 1991 sintió la necesidad de crear “un premio para trabajos que no podían, o no debían, ser reproducidos . Desde entonces, sin embargo, han evolucionado y Abrahams pretende ahora rendir homenaje a las investigaciones científicas aparentemente estúpidas, aunque tengan un perfil científico ante el público general.
Entre los candidatos a los premios de este año, entregados este fin de semana, se encontraba un estudio sobre “la dinámica del hula hula .
A Moeliker, al igual que a todos los posibles ganadores, se le ofreció la oportunidad de rechazar el premio. Los jueces del Ig-Nobel siempre consultan antes a los científicos con posibilidades de ganar un premio, en caso de que pueda acarrearles cierto deshonor profesional.
Abrahams dice que los premios deberían considerarse como una obra que “primero hace reír a la gente y luego los hace pensar . La frase evita, de forma deliberada, distinguir entre lo que realmente se llama ciencia, y suena divertido, de la ciencia que carece de sentido.
Los primeros premios Ig-Nobel se entregaron en el Teatro Sanders de Harvard. “Desde hace poco, soy director de una revista científica y mucha gente me pide consejos sobre cómo conseguir un Premio Nobel. Por supuesto, yo no tenía ni idea, pero parecía demasiado evidente que debía recibir algún tipo de reconocimiento por parte de alguien, en alguna parte. Y hasta que realmente no se ponen en contacto con nosotros, tenemos serias dudas de que realmente existan , confiesa.










