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Las cotizaciones alternativa del dólar siguen avanzando este miércoles. A diferencia de lo que ocurrió ayer, esta vez avanzan con menor intensidad, pero mantienen la tendencia alcista y alcanzan nuevos máximos históricos en términos nominales, en medio de las tensiones económicas y la incertidumbre política.

La cotización del dólar blue repunta esta tarde $ 6 para ubicarse en $ 216 para la compra y $ 224 para la venta en las cuevas de Buenos Aires, mientras el MEP con el bono GD30 y el CCL con Cedear "KO" avanzan hasta 1,7% para situarse por encima de los $ 415 y $ 430, respectivamente.

Los repuntes de los dólares alternativos reflejan que las tensiones cambiarias siguen vigentes, impulsadas principalmente por la reacción del mercado a la aceleración de la inflación y a la espera de la decisión que tomará el Banco Central respecto a la tasas de interés, sumado a los ruidos políticos.

POR QUÉ SUBE Y QUÉ SE ESPERA


Los operadores comentan que no se observa una demanda importante de divisas en los mercados paralelos, por lo cual sostienen que los repuntes de las cotizaciones de las últimas jornadas obedecen principalmente al desequilibrio de la economía del país y a la incertidumbre política, en el marco de la previa al proceso electoral.

El economista Gustavo Ber espera que la presión alcista sobre los dólares alternativos se mantenga vigente en el corto plazo, debido a que "la acelerada nominalidad de la economía debería continuar el deslizamiento de las cotizaciones, al menos al ritmo de la inflación".

Los analistas del mercado, además, prevén que el Gobierno intervendrá para frenar la presión alcista del precio de la moneda estadounidense. Lo haría, según indican, a través de la venta de bonos en el mercado bursátil para contener los avances del MEP y contado con liquidación.

A la vez, esperan la decisión que tomarán mañana las autoridades del Banco Central en su reunión de directorio en cuanto a las tasas de interés para las Leliq y plazos fijos, que tras la disparada de la inflación volvieron a ofrecer rendimientos negativos en términos reales, lo que sumó presión a las subas del dólar.