

Dicen que hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio. ¿Lo sabrán los agentes de bolsa que trabajan todos los días en la City porteña? Hay algo de respeto en esa renuente actitud a conversar, ese minuto de duda casi vacío de lenguaje que precede finalmente a una opinión, una idea, un recuerdo, que buena parte de los consultados por El Cronista parece buscar; un poco a desgano pero entendiendo que el germen de un mínimo homenaje puede encontrar tierra fértil en la evocación.
La rueda ya cerró, los ticker en rojo y verde de las acciones y bonos que cruzan la pantalla de los brokers se frenan y ocupan su lugar en el panel hasta que vuelva arrancar la operatoria en un par de horas. Hace poco más de 24 horas que se conoció la noticia: Mariano Benedit, uno de los integrantes de Benedit Sociedad de Bolsa, fue hallado muerto en la Costanera Sur como consecuencia de una herida de fuego en la sien derecha después de haber estado un día desaparecido. Al margen de la investigación, al margen de las hipótesis, hay quienes buscan alguna imagen.
"Mariano era un buen tipo. Le gustaba mucho el campo, los caballos, el polo y era fanático del Pato", es lo primero que recuerda alguien que pide anonimato para "no molestar a la familia" con las declaraciones. Este agente de bolsa lo conoció a Mariano en contadas oportunidades, pero fue suficiente para conversar de estos temas que muchos comparten en la City, casi al mismo nivel con el que habitualmente en otros ámbitos se habla de fútbol.
"El Gordo era alguien transparente, sabías lo que pensaba cuando lo mirabas a los ojos, no respondía al prototipo del broker nervioso que siempre está en otra, que mientras habla con vos hace números de la guita y el tiempo que está perdiendo", señala otro broker.
Mariano tenía 31 años, era el menor de siete hermanos, y dejó una nena de apenas dos semanas de vida, a quien iban a bautizar ayer. "El Gordo", como le decían en su casa pero también en los ámbitos con amigos, estaba casado desde hace tres años con Ángeles Fornieles a la que algunos llaman "Any", había nacido el 22 de julio de 1983, tenía un hermano mellizo y era el menor de siete hermanos. La mayor de los hermanos, Dolores, es psicóloga y está casada con Huberto Roviralta, ex pareja de Susana Giménez. Fue ella la que advirtió la ausencia de Mariano hace 72 horas.
"Una tragedia. Mariano era conocido en el mercado porque era un Benedit, de la firma histórica en el mercado con más de 35 años de trayectoria en la Bolsa y su papá Jaime, el fundador de la empresa fallecido en 2009, fue presidente del Banco de Valores, un tipo también muy conocido", señala un dirigente del mercado. "El año que falleció su papá, Mariano dejó el directorio de la firma. Se ve que lo afectó mucho", señaló.
"No es extraño sino habitual que los hijos hereden de sus padres el oficio de agente de bolsa", dice otro colega. "Pero Mariano no estaba al frente de la firma sino Miguel, que es a quien todos conocemos bien porque siempre ha tenido alto perfil. Lo de Mariano es un shock, queremos que se haga justicia, saber la verdad", sostiene un ejecutivo de una de las principales firmas del mercado.
Hay más. Se lo recuerda a Mariano como alguien de "sonrisa fácil", "campechano", "buen tipo", "de bajo perfil" y "sencillo", atributos que no caben en la hipótesis del suicidio por depresión que, por otro lado, su familia niega. "No era vanidoso ni presumido. Andaba en moto a pesar de que tenía dinero como para comprarse un buen auto. Parecía que era feliz.", dice otro colega que lo conoció.
En las descripciones que hacen algunos colegas el dato se confirma. "Mariano se parecía muchísimo a Miguel, su hermano, alguien educado, muy profesional y de buen trato con todo el mundo".
Su actividad no estaba exenta de los giros que imponen los tiempos. Sabido es que los agentes han tenido que adaptar su actividad a las fuertes modificaciones normativas que les impuso la CNV desde hace varios años. Por el daño que recibió el mercado de capitales después de la crisis de 2001, los Benedit entrevieron una oportunidad en la operatoria en Bolsa de los cheques de pago diferido, que el propio presidente Néstor Kirchner anunció en un discurso del 10 de julio del 2003 en el acto por el 149 aniversario de la Bolsa. Fue allí que comenzó la "historia moderna" de la firma, con fuerte participación en los negocios bursátiles y con Miguel Benedit como el "heredero natural". Sin dudas, la historia de la familia cambió radicalmente esta semana.













