

La renovada expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) podría subir las tasas este año, junto al temor de los inversores brasileños de que el gobierno de Dilma Rousseff no tenga la capacidad para implementar las medidas de ajuste fiscal prometidas, está encauzando al real a retomar su senda alcista.
La divisa se devaluó ayer 1,81% hasta las 3,15 unidades por dólar su nivel más débil desde el 1 de abril, lo que extendió su caída a 4,3% este mes. El real había tocado su máximo de 3,29 el 20 de marzo, pero luego comenzó un camino de apreciación que lo había llevado hasta un nivel de equilibrio en torno a los 3,00 por dólar.
Es que el mercado está tomando un comportamiento más reticente en relación a los objetivos que planteó el ministro conservador Joaquim Levy para obtener el ajuste fiscal primario de 1,2% del PBI y evitar una rebaja de la calificación crediticia del país. Al parecer, la cautela comenzó a tomar terreno sobre el optimismo reciente que demostraron los inversores, mientras aguardan las votaciones de las medidas provisionales en el Senado vinculadas a los esfuerzos del gobierno de Rousseff para ordenar las cuentas públicas.
Permanecemos con una visión ligeramente bajista del real en el mediano y el largo plazo. La economía necesita una moneda más débil para hacer frente a un entorno externo menos favorable y para impulsar las exportaciones, además de la producción industrial, sostuvo un informe que publicó ayer el Bank of America.
De acuerdo a la última encuesta mensual de LatinFocus Consensus Forecast el real terminará el año en los R$ 3,21, aunque ciertos bancos prevén que podría llegar a un máximo de R$ 3,40. En tanto, la tasa referencial de interés (Selic) podría llegar a subir desde el actual nivel de 13,25% hasta 13,41% para fin de año, si bien la media de las consultoras y bancos privados sitúan sus estimaciones en 13,50%.
Estas expectativas guardan relación con el tono persistente del Banco Central de Brasil (BCB) en continuar con el ajuste del ciclo monetario para combatir la inflación no cesa. El presidente de la entidad, Alexandre Tombini, dijo ayer ante el Congreso que persistirá en llevar la inflación, que ya superó el 8% anual, hacia la media del rango oficial de 4,5% para 2016. Reiterando las declaraciones anteriores, Tombini señaló que el banco la no cerró el ciclo de alzas en la tasa. El Comité de Política Monetaria (Copom) deberá reunirse la semana que viene para materializar esta decisión.













