El mercado arrancó las operaciones ayer con la novedad de que el BCRA dejaba de hacer pases pasivos, es decir, abandonaba la absorción de pesos. Era previsible tras los $ 4,7 billones que captó el Tesoro con la licitación flash de Lecap del miércoles. El interrogante era cómo iban a reaccionar las tasas de interés y el dólar, en la búsqueda de un nuevo equilibro con la desaparición de las Letras Fiscales de Liquidez (Lefi).

El dólar comenzó en alza y de hecho nunca se movió del valor alcanzado con el cierre final a $ 1290, trepando 1,2%, 15 pesos respecto al cierre del miércoles. En las operaciones mayoristas en el Mercado Libre de Cambios, la moneda norteamericana se negoció con alto volumen, de u$s 561 millones.

¿Y las tasas? En cauciones por la mañana se operó a 27% anual pero luego con el correr de las horas trepó al 30%, aunque por debajo del cierre previo. Cada vez más las cauciones y las tasas de las Lecap van a ser referencias del costo de dinero. Puntualmente ayer en las Lecap que vencen a mediados de agosto los rendimientos cedieron al 3,4% efectivo mensual, aún elevados y más si se compara con la inflación del 1,6% de junio y lo que se espera para los próximos meses.

¿Se mantendrá elevado el costo del dinero? ¿Impactará en la actividad económica? Si se observan los rendimientos de las Lecap a plazos más largos se observa que la expectativa del mercado es que vayan descendiendo sostenidamente con los papeles a fin de año rindiendo 2,9% efectivo mensual.

Pero el BCRA siguió impulsando reformas en el mercado con el anuncio tras la reunión de Directorio de la entidad de la modificación de encajes. A través de la Comunicación "A" 8281 aumentó a partir del 1 de agosto del 20% al 30% la exigencia de encaje aplicable a los depósitos en pesos a la vista de fondos money market y cauciones bursátiles tomadoras en pesos.

El BCRA busca avanzar hacia la unificación gradual del encaje aplicable a las cuentas a la vista, sin distinción por tipo de entidad depositante e incrementar el encaje de las partidas que generan mayor volatilidad y encarecen el crédito al sector privado.

De fondo apuntan a dar más solidez al sistema. La medida ya había sido anticipada por el propio BCRA el 9 de junio destacando además el objetivo de controlar los agregados monetarios. El BCRA desea además que los bancos tengan más fondeo para dar más crédito. El impacto se verá también en los rendimientos al público en fondos de money market y billeteras dado que ofrecerán menos tasas por la liquidez que reciban.

Pero más allá de lo sucedido en esta semana de alta volatilidad, ¿qué puede pasar de ahora en más con el dólar? Se conoció precisamente un informe del Bank of America Securities que destaca que "Argentina solo necesita un tipo de cambio real un 9% más débil para acumular suficientes reservas de divisas, suponiendo la continuidad de las políticas y una entrada moderada de capitales. La acumulación de reservas es esencial para reducir las vulnerabilidades externas y mejorar el acceso al mercado, dados los niveles iniciales extremadamente bajos".

Agrega que "cada depreciación real del 10% aumenta la cuenta corriente en aproximadamente un 0,7% del PBI. Con un tipo de cambio real un 9% más débil, preveríamos déficits externos moderados de alrededor de 6.000 millones de dólares en 2026-27 (alrededor del 0,8% del PIB). Con sólidas perspectivas de exportación y una continua desinflación, el peso tiene margen para ajustarse gradualmente sin poner en riesgo la estabilidad macroeconómica. Según nuestro escenario base, un tipo de cambio real un 9% más débil podría generar un 1% del PBI en ganancias de reservas anuales (más de 7.000 millones de dólares)", concluye.

Se ingresa en época clave electoral con la primera escala en PBA. Prudencia aún manda.