

Robert Cohen, el abogado del fondo NML Capital, sostuvo hace apenas algunas horas que ‘desde junio, cuando la Corte Suprema declinó la apelación, el gobierno argentino ha dicho constantemente que quiere resolver el problema de la deuda con todos su acreedores. Nuestra carta al juez Griesa provee un vehículo constructivo para alcanzar esa idea‘.
De esta manera, NML le respondió a la misiva enviada por el gobierno argentino que sus abogados en Nueva York presentaron este viernes en el juzgado de Thomas Griesa y en la cual se condicionó la negociación con todos los fondos litigantes a que ninguno pretenda aplicar el ‘pari passu‘ a los fallos que obtengan en firme.
Fuentes cercanas a NML señalaron que el planteo de Paul Singer sigue siendo el mismo que hiciera a mediados de octubre y acusaron a la Casa Rosada de presentar ‘excusas‘ para evitar hablar con su contraparte en la negociación.
En este sentido, sostienen las fuentes que sigue vigente la oferta para que la Argentina pague a NML y otros demandantes con bonos. Mencionan que tanto con Repsol como con el Club de París, el ministerio de Economía emitió el equivalente a u$s 16.000 millones.
Las demandas que se acumulan en el despacho del Juez Griesa en estos momentos contra la Argentina ya suman u$s 6.500 millones. Todas buscan lo mismo: que el magistrado les de el mismo tratamiento que a la demanda original presentada por Paul Singer y el fondo NML Eliott. En rigor, y según consta en una carta presentada hoy por los abogados argentinos ante el juzgado de Griesa (de la cual dio cuenta Cronista.com), el abogado de NML Robert Cohen informaron a Griesa de la existencia de al menos 102 demandas en camino. En total, hasta ahora, el acumulado de los reclamos suma u$s 6.500 millones.
Los letrados afirmaron que el gobierno argentino sólo se sentara a negociar con esos fondos de inversión si no solicitan que se aplique el ‘pari passu‘ una vez obtenida la sentencia firme.
Se trata de una de las primeras señales concretas que da la Argentina a propósito de sus intenciones de sentarse a negociar con el conjunto de los tenedores de deuda en default que representa 7% del total. Por supuesto, las condiciones serían las mismas que oportunamente habían planteado funcionarios de Economía al mediador Daniel Pollack.













