Los principales índices de Wall Street están rindiendo en términos neutrales y negativos en las últimas jornadas. La principal causa es la incertidumbre que hay acerca de una posible recesión en Estados Unidos, producto de medidas agresivas implementadas por el banco central en pos de controlar la inflación.
Los inversores se vieron asustados ante las declaraciones de la gobernadora de la Reserva Federal, Lael Brainard, que dijo esperar aumentos metódicos de las tasas de interés y reducciones rápidas de la cartera de activos de la Fed para llevar la política monetaria de Estados Unidos a una "posición más neutral" a finales de este año, con un mayor endurecimiento a continuación, según sea necesario.
El economista jefe y estratega de Rosernberg Research & Associates, David Rosenberg, espera que la estrategia de la Fed frente a la inflación, como las expresadas por Brainard, supongan un alto coste para Estados Unidos.
LA ADVERTENCIA ACERCA DE LA POSIBLE RECESIÓN EN ESTADOS UNIDOS
Las declaraciones hechas por los funcionarios económicos entrevió una dureza aún mayor de la esperada en cuanto a la política monetaria. Así, según Rosemberg, la economía estadounidense podría entrar en recesión tan pronto como este verano, publicó.
Es más, el experto ya ve evidencia de una desaceleración de la economía, y analiza que podría haber no solo una recesión, sino dos: "Se necesitaron dos recesiones dolorosas, en 1981 y 1982, para que el entonces presidente de la Fed, Paul Volcker, el santo patrón de los luchadores contra la inflación y el modelo a seguir de Jerome Powell, enterrara la inflación de una década y resucitara la economía y el mercado de valores de EE.UU.", apunta Rosenberg.
Según el estratega estadounidense, los aumentos de tarifas deprimen la demanda, pero cuando se llevan demasiado lejos, "la aplastan".
"Se necesitaron dos recesiones dolorosas, en 1981 y 1982, para que el entonces presidente de la Fed, Paul Volcker enterrara la inflación de una década y resucitara la economía y el mercado de valores de EE.UU".
"La recesión resultante es negativa para los precios de la vivienda, las acciones de consumo discrecional y los bienes y servicios agradables, y positiva para los bonos del Tesoro y los productores y proveedores de productos básicos de consumo, atención médica y medicinas, energía, alimentos y otras cosas que la gente necesita tener", marcó Rosenmberg.
Invertir en tales condiciones es desafiante y selectivo, pero los inversores deben saber "jugar sus cartas", concluye Rosenberg.