A nivel mundial, la crisis producida por la pandemia de coronavirus encontró al sistema financiero con una buena y holgada situación de solvencia y liquidez, producto de las medias tomadas después del impacto sufrido por la crisis de 2008.

En este contexto, los gobiernos apuestan a la banca como herramienta para canalizar las distintas ayudas. De esta manera, el sistema es percibido como una parte de la solución más que como el problema. La pregunta ahora es: ¿qué va a ser de los bancos una vez superados los efectos de la actual crisis?

"No se puede ser del todo optimista si se piensa que el mayor problema actual de la banca es la rentabilidad y que una de sus causas fundamentales son las tasas bajas. Si antes de la Covid-19 ya existían dudas de que las autoridades monetarias adoptaran políticas que conllevaran un incremento de tasas, en un entorno como el actual, no parece nada factible que lo hagan", opinó Julio Alvaro Esteban, socio en KPMG España, y alertó sobre un repunte de la morosidad.

Algunas de las claves de la recuperación están relacionadas a la digitalización, ya que si bien los bancos habían realizado grandes inversiones, la situación provocada por la Covid-19 aceleró la transformación digital. El confinamiento hizo que se utilicen mucho más los servicios bancarios online y, sobre todo, los pagos digitales mediante tarjeta o transferencia. La experiencia positiva, hizo que los bancos tengan la gran oportunidad para consolidar y fomentar la digitalización.

LA BANCA ARGENTINA

En el caso del sistema financiero argentino, las entidades mostraron estabilidad y el nivel de transaccionalidad operó sin interrupciones, manteniendo los márgenes de liquidez y solvencia. Además, distintas disposiciones del Gobierno y reglamentaciones relacionadas del Banco Central (BCRA) pusieron foco en facilitar el acceso al financiamiento por parte de las micro pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) y estimular el ahorro, instrumentando medidas de regulación tendientes a contener la depreciación del peso.

La profundidad de la actividad de intermediación financiera siguió en baja, la morosidad mostró un incremento a partir del comienzo del segundo trimestre. La irrecuperabilidad de la cartera de créditos al sector privado llegó al 5,3% al 31 de marzo de 2020 en el total del sistema financiero y 7,7% para el caso de los bancos públicos, mientras que ese ratio era del 4% al 31 de marzo de 2019.1

"El mercado financiero local muestra robustez, adoptando nuevas soluciones tecnológicas no sin menor esfuerzo e inversión. La definición de estrategias claras y orientadas a la transformación y a la experiencia del cliente de la mano de reducción de costos, fue clave", explicó, por su parte, Maria Gabriela Saavedra, socia Líder de Servicios Financieros de KPMG Argentina.

Como parte de ese proceso se generó un ecosistema bancario y tecnológico que se percibe finalmente en un ambiente colaborativo. Billeteras virtuales, on-boarding digital, desarrollo de medios de pago contact–less, se agregaron rápidamente no sólo a las agendas de los bancos tradicionales sino también a sus planes operativos.