Con el dato del empleo estadounidense todavía resonando en el fondo como una vieja canción, Wall Street retomará la actividad bursátil intentando pasar página, dando la bienvenida a la temporada de resultados del primer trimestre con las cuentas del fabricante de aluminio Alcoa, el lunes al cierre de sesión.

Según destaca Sala de Inversión, una de las características de las que menos se ha hablado sobre la recuperación del mercado de capital durante los tres primeros meses del año es que ocurrió al mismo tiempo que se reducían las estimaciones de ganancias trimestrales. De hecho, mientras el avance de varios sectores (el de salud a la cabeza con una repunte del 15%) impulsaban al S&P 500 un 10%, las estimaciones de ingresos iban menguando, excepto para el sector financiero.

De acuerdo con la firma FactSet, las ganancias del S&P 500 disminuirán 0,8% sobre una base combinada en el primer trimestre, en comparación con el crecimiento de 2,2% proyectado a finales de diciembre, en tanto los ingresos sólo aumentarán 0,3%.

Los sectores más perjudicados a ese respecto serán energía, tecnología de la información, atención sanitaria y los sectores industriales; en tanto el eléctrico y el financiero destacarán por el lado positivo. Para comprobar esto último, el viernes contaremos con los resultados de JP Morgan Chase y Wells Fargo, el primero y el cuarto de los bancos estadounidenses, con utilidades estimadas en 1,38 dólares y 88 centavos, respectivamente, en ambos casos superiores al año anterior.

No obstante, si el mercado aguantó la compostura cuando las estimaciones de ganancias se venían abajo, su resistencia puede atribuirse a la fortaleza de referencias como las ventas de viviendas, la inversión empresarial, el gasto de los consumidores y el empleo, que en todo momento apoyaron la tesis dela recuperación en la segunda mitad del año.

Por consiguiente, analizando el pulso de los resultados, pero sin perder de vista el entorno económico, lo inversores estrenarán la agenda pendientes de la publicación de las Actas de la última reunión de la Reserva Federal en busca de claves sobre la temporalidad de las compras de activos.

La inflación, el más temido de todos los males económicos y el más ausente en Estados Unidos y a nivel mundial desde 2009, ocupa un lugar preferente en el espinel de referencias con el índice de precios de importaciones, con una contracción anticipada en marzo de 0,3%; posible gracias al abaratamiento del precio del crudo, la gasolina y los alimentos. Las presiones inflacionarias también serán moderadas en los precios al productor, para los cuales se prevé un leve incremento de 0,1%, en base a menores costes de las materias primas.

El consumo - pilar de la economía estadounidense- estará presente con las ventas al por menor de marzo, para las que se anticipa un aumento de 0,7%, y la confianza del consumidor de abril - primera lectura del sondeo elaborado por la Universidad de Michigan -, con una previsión de 78 puntos frente a los 78,6 del mes anterior.